Consecuencias del desdoblamiento cambiario: Venezuela paga por la bola de lomo argentina un 28% más que Rusia
Un espejo para observar el caso argentino.
El crecimiento del diferencial cambiario presente en el mercado venezolano sigue promoviendo la sobrefacturación de importaciones.
Un ejemplo: en lo que va de 2012 se declararon exportaciones argentinas de bola de lomo congelada por un volumen de 269 toneladas.
Los dos principales destinos del producto cárnico bovino fueron Federación Rusa y Venezuela. En el primer caso, el precio promedio ponderado FOB de la bola de lomo exportada fue de 4,88 u$s/kg. Pero a Venezuela el producto se embarcó con un valor declarado promedio de 6,26 u$s/kg (un 28% más).
La explicación detrás de ese diferencial enorme es la sobrefacturación de las operaciones emprendida por empresas venezolanas importadoras de carne vacuna.
En Venezuela, según sea el organismo en el cual se tramite la autorización, actualmente pueden conseguirse dólares para importaciones a un tipo de cambio que oscila entre 4,30 y 5,30 bolívares por dólar estadounidense.
La cuestión es que el dólar paralelo (mercado informal) cotiza a un valor superior a 12 bolívares. En tales circunstancias, la rentabilidad cambiaria pasó a ser la esencia del negocio de buena parte las importaciones de bienes básicos realizadas en la nación bolivariana.
En la Argentina el diferencial cambiario existente entre el tipo de cambio oficial y el paralelo (“dólar blue”) no es tan significativo como en el caso venezolano (4,70 versus 6,30 pesos por dólar).