Derrumbe en la venta de sembradoras: un reflejo de la pérdida del poder de compra del productor argentino
Señal amarilla. El caso de Agrometal.
La abrupta caída de ventas de sembradoras en lo que va de 2012 es un reflejo de la pérdida de poder de compra registrada en el último año por los empresarios agropecuarios argentinos.
En el primer semestre de 2012 se vendieron en el mercado local 722 sembradoras, una cifra 49,5% inferior a la registrada en el mismo período de 2011, según datos del Indec.
A comienzos de julio pasado el gobierno nacional restableció el beneficio del bono fiscal del 14% sobre el precio de venta de las maquinarias fabricadas en el país con el objetivo de generar un repunte de la demanda (dado que ese porcentaje debe trasladarse al comprador con un descuento en el precio final abonado).
Pero eso no ocurrió: entre julio y septiembre, según los últimos datos disponibles, se vendieron 789 sembradoras, una cifra que no sólo es un 41% menor a la del mismo período de 2011, sino que además es la más baja de los últimos diez años.
Esos son los datos macro. La cuestión es que los datos micro tampoco son demasiado alentadores. Veamos.
El último balance trimestral presentado por la fabricante de sembradoras Agrometal indica que en los primeros nueves meses de este año la firma registró una pérdida (después del pago de Ganancias) de 9,59 millones de pesos (M/$) contra una ganancia de 16,4 M/$ en el mismo período de 2011. Sólo para el tercer trimestre de 2012 la empresa informó una ganancia de 2,0 M/$ versus 12,6 M/$ en el mismo trimestre del año pasado.
“Es posible estimar que el año cerrará con un volumen de aproximadamente 400 máquinas vendidas, lo que constituye el año de más bajas ventas en unidades, aún inferior al año 2009”, explicó Agrometal en el último informe trimestral (recordemos que en 2009 hubo quebrantos generalizados en el agro a partir de la sequía histórica registrada en 2008/09).
“La divergencia entre los salarios (sindicalizados) creciendo por sobre los precios y muy por encima del tipo de cambio y la productividad, seguirá acentuando la tendencia a la pérdida constante de competitividad, dejando al superávit comercial dependiendo exclusivamente de las exportaciones agrícolas y de las continuas intervenciones destinadas a frenar las importaciones”, añadió.
Agrometal indicó que el resultado negativo acumulado al 30 de septiembre de 2012 “genera un déficit financiero que, potenciado por la alta estacionalidad de las ventas, lo ubica en niveles significativos de difícil sustentabilidad”.
La progresiva pérdida de competitividad del agro argentino es producto de la falta de liquidez generada por la seca 2011/12 combinada con excesos hídricos en lo que va de 2012/13, costos crecientes, fuentes de financiamiento restringidas con tasas de interés carísimas y un incremento de la presión tributaria.