El clima es una cuestión nacional: la suerte de la economía argentina en 2013 depende casi exclusivamente de una buena cosecha agrícola
También interviene el ritmo de crecimiento que experimentará Brasil
“La apuesta del gobierno para el año que viene es que una mejor cosecha agrícola –con precios elevados– y menores vencimientos de deuda (por el no pago del cupón del PBI) provean las divisas para importar energía e insumos necesarios para dinamizar la actividad en un contexto de mayor demanda externa gracias al mayor crecimiento de Brasil”.
Así lo indicó un informe elaborado por la consultora Ecolatina (dirigida por Marco Lavagna y Santiago Paz).
“Esta apuesta no está exenta de riesgos, ya que implica una elevada dependencia de elementos que no se controlan, cómo la evolución del clima, los precios de commodities y el crecimiento de Brasil. Si estos factores no se alinean favorablemente, se podría repetir otro año de estanflación”, alertó.
“Por suerte, hoy lo más probable es que los factores exógenos traccionen la recuperación de la economía argentina. Pero ésta sería acotada ya que, a diferencia del esquema del Modelo Productivo, el nuevo esquema económico no estimula a invertir en el país”, añadió el informe de Ecolatina.
El gobierno nacional implementó este año políticas orientadas a apuntalar la inversión (plan ProCreAr, redireccionamiento del crédito bancario, reinversión de los fondos de las aseguradoras y demás). Pero con eso no ha podido revertir generar inversiones significativas.
¿El motivo? Según Ecolatina, juegan en contra “el atraso cambiario –que reduce la rentabilidad de los sectores transables de la economía– y la mayor incertidumbre en torno a las reglas de juego (especialmente en cuanto al giro de utilidades e importaciones). La elevada presión tributaria es otro factor a tener en cuenta, ya que la recaudación (nacional y provincial) alcanzaría este año el máximo valor de la serie (36,5% del PBI) y al menos siete provincias tienen proyectado subir sus impuestos en 2013”.
“A esto se le suma el cierre del financiamiento externo que no sólo afecta a las provincias, sino al fondeo de proyectos de envergadura en energía e infraestructura, que, por monto y plazos, requieren de los recursos aportados por los mercados de capitales internacionales. Por otra parte, las jurisdicciones subnacionales e YPF están financiándose crecientemente en el sistema financiero local, pero como éste es acotado, se corre el riesgo de desplazar a las empresas privadas y/o encarecer el costo de su fondeo (crowding out)”, apuntó.
“Hacia adelante preocupa que la resolución de los desequilibrios económicos –cada vez más profundos y estructurales– quede para después de las elecciones legislativas. Lamentablemente, el costo de oportunidad no se incluye en las estadísticas ni entra en la ecuación electoral”, finalizó el informe.