Paradoja: el gobierno sigue subsidiando las exportaciones de harina a pesar de la escasez de trigo
Diferencial creciente entre el valor FOB oficial y el precio de mercado.
El gobierno nacional sigue subsidiando –de manera indirecta– las exportaciones de harina de trigo por medio de la reducción del precio FOB oficial a partir del cual se determina la base imposible del derecho de exportación del 13%.
El fenómeno, que se inició en septiembre pasado con una brecha de precios de 20 u$s/tonelada, se consolidó en el último trimestre de 2012 con diferencias de 43 a 48 u$s/tonelada (ver gráfico). En la que de enero la brecha es de 50 u$s/tonelada.
En diciembre pasado el precio promedio ponderado de las exportaciones declaradas de harina de trigo fue de 450 u$s/tonelada. Pero el precio FOB de referencia de ese producto –a partir del cual se determina el pago del derecho de exportación– fue ese mes de 407 u$s/tonelada promedio.
El resultado de ese desfase es un subsidio indirecto concedido a la industria molinera argentina en un momento –paradójicamente– en el cual no sólo existe una oferta local limitada de trigo, sino que además la disponibilidad de partidas del cereal de buena calidad es extremadamente reducida (fenómeno que se refleja en los precios ofrecidos).
En diciembre pasado el gobierno recortó el saldo exportable de trigo a sólo 2,0 millones de toneladas (cifra que podría ser eventualmente incrementada en marzo próximo). Pero los molinos exportadores –nucleados en Faim– tiene vía libre para embarcar harina sin restricciones.
La mayor parte de las exportaciones de harina de trigo argentina se destinan a Brasil y Bolivia. El ingreso del producto al mercado chileno está restringido por una medida antidumping aplicada por el gobierno del vecino país.