Brasil se quedó con el mercado chileno de carne y Paraguay regresa para reclamar el primer puesto: Argentina quedó fuera de competencia
Un espejo de los problemas presentes en la industria frigorífica exportadora.
Chile es uno de los espejos más crudos para observar la calamitosa situación en la que se encuentra los frigoríficos exportadores argentinos.
Hasta el año 2009 Argentina era, junto a Paraguay, un proveedor de primer orden en el mercado chileno. Pero en 2010, luego del encarecimiento del precio local de la hacienda generado por una profunda liquidación del stock bovino (2007-2009), la industria argentina perdió competitividad y buena parte de su cuota de mercado fue capturada por exportadores paraguayos y brasileños.
En septiembre de 2011 apareció un brote de aftosa en Paraguay y desde entonces los frigoríficos guaraníes ya no pudieron enviar cortes frescos bovinos al mercado chileno. Se trataba de una oportunidad para que la Argentina recuperase el terreno perdido. Pero no pudo ser: Brasil se quedó con la mayor parte de la cuota de mercado abandonada por Paraguay (ver gráfico).
En los primeros once meses de 2012 Brasil exportó a Chile cortes frescos vacunos por 60.335 toneladas, mientras que en ese mismo período Argentina apenas pudo enviar 24.837 toneladas.
Uruguay, por su parte, en todo año 2012 (ya tiene las estadísticas del año completo) pudo exportar a Chile cortes frescos vacunos por 19.164 toneladas y además darse el lujo de enviar casi 21.000 toneladas ¡a China!
Las autoridades sanitarias paraguayas finalmente, luego de mucho trabajo, esperan que en los próximos días sus pares chilenos habiliten el ingreso de cortes frescos provenientes de su territorio. El dato es que, cuando eso ocurra, los industriales paraguayos van a salir a comerse la cancha para recuperar el terreno perdido por el brote de aftosa.
La industria cárnica argentina, a pesar de la mayor proximidad geográfica, sigue fuera de competencia en el mercado chileno a causa del atraso cambiario combinado con el derecho de exportación del 15% vigente sobre el valor FOB de los cortes frescos bovinos.
El ajuste progresivo experimentado por el tipo de cambio oficial –casi 15% en el último año– no alcanza a compensar ni por lejos la inflación registrada por los salarios, la energía (frío) y los fletes, entre otras variables del negocio. Y el relativo estancamiento de los precios internos de la hacienda tampoco es suficiente para equilibrar las cuentas de los frigoríficos.