Alquilar un campo con pagos cuotificados fue más conveniente que cobrar todo por adelantado: pero el mayor margen lo licuó la inflación
Una estrategia interesante para un país estable.
Teoría: una buena estructura de plazos de cobro puede llegar a ser más importante que el valor negociado de un arrendamiento agrícola. Práctica: cualquier renta adicional que se pueda obtener por esa vía se lo deglute la inflación.
Los propietarios que, al alquilar su campo en el presente ciclo 2012/13, optaron por desdoblar o cuotificar cobros, pudieron ganar un 15% más en términos nominales que aquellos que recibieron el 100% del arrendamiento al comienzo de la campaña. Para los que aceptaron trasladar parte de los ingresos a cosecha existe cierta probabilidad de ganar casi un 20% más (ver planilla).
Si la Argentina fuese un país, digamos, como Brasil o Chile, en los cuales las autoridades monetarias establecen una meta de inflación anual aceptable y hacen lo imposible para que la inflación real sea lo más parecida a esa meta, la noticia del 15% ó 20% más de ingreso sería buenísima.
Pero el hecho es que, el margen nominal adicional obtenido (o por obtener) es similar o inferior –según los casos– al de la inflación real vigente en la Argentina. Con lo cual cualquier ventaja que se pueda llegar a generar con esa estrategia se evapora a partir de la sostenida depreciación de la moneda local.
El tipo de cambio oficial previsto a la fecha en las negociaciones llevadas a cabo en el Rofex es de casi 5,95 $/u$s para diciembre de 2013.