El diferencial cambiario provoca auge de ventas de maquinaria agrÃcola importada: los fabricantes nacionales de sembradoras siguen en situación de riesgo
El descalabro cambiario genera un fenómeno contrastante.
La brecha creciente entre el dólar oficial y el de mercado (“blueâ€) está generando un auge de ventas de vehÃculos importados. El dato es que en el campo un fenómeno similar se está registrando con la maquinaria agrÃcola.
En lo que va del presente año los tractores y las cosechadoras importadas se están transformando en una inversión cambiaria al tratarse de bienes durables que deben comercializarse al tipo de cambio oficial.
En el primer trimestre de 2013 se vendieron en el mercado argentino 798 tractores importados versus 382 en el mismo perÃodo de 2012 (+109%), al tiempo que se comercializaron 170 cosechadoras importadas contra 139 en enero-marzo de 2012 (+22%), según datos oficiales (los principales modelos vendidos son los comercializados por las filiales locales de Agco Allis, Case New Holland y John Deere).
La adquisición de tales equipos no necesariamente está relacionada con compradores pertenecientes al ámbito agropecuario: parte de las compras son realizadas por personas o empresas de otros rubros económicos que están buscando diversas alternativas para proteger (en el mediano plazo) el valor de sus reservas de liquidez de pesos argentinos.
Una caracterÃstica interesante del fenómeno es que la demanda de tractores y cosechadoras importadas es superior a la oferta debido a las restricciones implementadas por el gobierno nacional para desalentar el ingreso de maquinaria agrÃcola extranjera.
En ese contexto buena parte de la demanda se trasladó hacia equipos fabricados en el mercado local: en el primer trimestre de 2013 las ventas de tractores y cosechadoras nacionales fueron de 701 y 216 unidades, cifras 57% y 109% superiores a las del mismo perÃodo de 2012 respectivamente.
Sin embargo, las ventas de sembradoras siguen estancadas al tratarse de equipos fabricados exclusivamente en el mercado argentino (fenómeno que refleja la pérdida de poder adquisitivo del productor agrÃcola local).
En el primer trimestre de este año las ventas de sembradoras fueron de 236 unidades contra 230 en el mismo perÃodo de 2012. Se trata de las cifras más bajas desde el primer trimestre de 2009 (cuando, debido a la sequÃa histórica del ciclo 2008/09, se registraron quebrantos generalizados en el agro argentino).
La paradoja es que el actual escenario cambiario beneficia a las terminales extranjeras de maquinaria agrÃcola al tiempo que perjudica a las Pymes argentinas dedicadas a las fabricación de sembradoras e implementos nacionales.