El empalme con la nueva cosecha de trigo podría ser traumático: se buscará retener el grueso de la producción para obtener precios más atractivos
El factor político aporta incertidumbre al negocio.
La exageración es pedagógica. En noviembre del año pasado los empresarios más informados sabían que el mejor momento para comercializar trigo sería a partir del segundo trimestre de 2013.
Para esa época se esperaban mejores precios. Aunque nadie imaginó que los mismos podrían llegar a superar los 500 u$s/tonelada.
En 2012 había ocurrido algo similar: precios planchados durante la primera mitad del año con un repunte importante a partir de julio (subiendo por encima de los 180 u$s/tonelada) para llegar finalmente a superar los 240 u$s/tonelada en septiembre.
La cuestión es que la comercialización del grueso de la cosecha argentina 2013/14 de trigo se instrumentará en función de la memoria reciente del mercado: la mayor parte de los productores harán lo imposible por hacer caja con cualquier otra cosa para poder retener el trigo a la espera de oportunidades de venta atractivas
Con los precios actuales del trigo diciembre 2013 ó enero 2014 –menos de 200 u$s/tonelada– son muy pocos los empresarios que realizaron coberturas. Saben que, con una siembra de apenas 3,90 millones de hectáreas –según estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires– no puede esperarse, previa aduana climática, una cosecha abundante del cereal.
El problema es que hacia fines de año Argentina habrá agotado su stock interno de trigo y deberá reponer existencias de manera urgente. Es decir: buena parte del trigo, ni bien sea cosechado a partir de noviembre, debería dirigirse directamente hacia la demanda para mantener a la cadena triguera en funcionamiento (luego de permanecer durante un tiempo en terapia intensiva).
Para evitar sobresaltos algunos molinos de escala mediana cerraron forwards con productores de la zona a valores de entre 210 y 230 u$s/tonelada. El objetivo de esa movida (inédita en el ámbito granario argentino) es precisamente asegurar originación de mercadería en un probable escenario de retención.
De todas maneras, se trata de casos puntuales: la mayor parte de los integrantes de la demanda están esperando que comience a ingresar trigo 2013/14 para salir a cazar en el zoológico.
En ese sentido, la posibilidad de decomisar trigo, anunciada por el gobierno nacional a comienzos del presente mes de julio, sería una advertencia más enfocada en la nueva campaña que en el poco cereal que queda del ciclo anterior.
La intención de retener la mayor parte del trigo, en el actual escenario, es un hecho (la posibilidad de concretarlo dependerá de las urgencias financieras de cada empresa en particular). El ingrediente que habrá que sumar este año para analizar el negocio será el factor político.