El precio de exportación del maní blancheado se estabilizó en torno a 1400 u$s/tonelada luego de caer 25% en el último año
Para el próximo ciclo se espera una cosecha estadounidense normal.
Los precios de exportación del maní blancheado argentino se estabilizaron en torno a los 1400 u$s/tonelada luego de un descenso abrupto generado por una súpercosecha estadounidense.
En agosto pasado se registraron ventas externas del producto por 29.335 toneladas a un valor promedio ponderado de 1406 u$s/tonelada versus 1882 u$s/tonelada en el mismo mes de 2012 (-25%) (ver gráfico).
En lo que va del presente año 2013 se declararon exportaciones argentinas de maní blancheado por 199.633 toneladas a un valor total de 284,4 millones de dólares.
El principal destino de exportación en lo que va de 2013 es Holanda (puerto de Rotterdam) con el 37.1% del volumen declarado, seguido por Rusia (8.4%), Polonia (5.4%), Italia (4.9%), Francia (4.8%), Sudáfrica (4.2%), Chile (3.4%), Emiratos Árabes Unidos (3.0%), Australia (2.6%), Alemania (2.5%) y Turquía (2.0%), entre otros.
En todo el año 2012 se habían registrado ventas externas por 264.649 toneladas a un valor de 484,2 millones de dólares.
En el ciclo 2012/13 EE.UU. logró levantar la mayor cosecha manisera de su historia con un récord de 3,06 millones de toneladas versus 1,66 millones en 2011/12, según datos del USDA. Pero en la campaña 2013/14 se proyecta una cosecha estadounidense de 1,68 millones de toneladas (un volumen similar al del ciclo 2011/12).
Argentina es el principal exportador mundial de maní (seguido –por orden de importancia– por China, India y EE.UU).
La mayor parte de las industrias maniseras argentinas se encuentran ubicadas en el centro-sur de la provincia de Córdoba (principalmente a lo largo de la ruta 158 desde Río Cuarto hasta Villa María), cercanas a la principal región argentina de producción.
La mayor parte de la superficie sembrada con maní es gestionada por las propias industrias procesadoras de maní bajo contratos de arrendamiento, ya sea de manera directa –con equipos agronómicos propios– o bien a través de acuerdos con productores (que reciben la semilla y el paquete tecnológico proveído por la industria).
El producto que por sus características de limpieza, sanidad y homogeneidad, adquiridas a través de un riguroso proceso de selección, está en condiciones de satisfacer el consumo humano se denomina maní confitería y, a partir de su tamaño, es clasificado en distintos calibres.
Las categorías se establecen en función del número de granos enteros contenidos en una onza (28,35 gramos). De esta manera, los granos de mayor calidad son aquellos clasificados en la categoría 38-42 (es decir: 38 a 42 granos por onza). Luego se ubican los calibres 40-50, 50-60, 60-70, 70-80 y 80-100.
Cuando al maní descascarado se le elimina la piel, recibe el nombre de maní blancheado, el cual suele ser más apto para usos posteriores como frito, salado, maní con cobertura, etcétera. Las partidas que no cumplen las exigencias para su venta como maní confitería se comercializan como “destino industria” para la elaboración de derivados (aceite y pellets de maní).
El maní blancheado es un producto que prácticamente no está gravado con retenciones: tiene un derecho del 5% y un reintegro del 4% (retención neta del 1%).
Lo ideal en la zona sudoeste de Córdoba es sembrar a partir de la segunda quincena de octubre para intentar captar la mayor radiación y calor posible dentro de los 150 días de ciclo que posee el cultivo. Si la humedad no acompaña y la fecha se atrasa, el cultivo tiene mayores probabilidades de quedar expuesto a una helada temprana (que puede dañar de manera considerable el rinde del cultivo y la calidad del grano).