Un impuesto para renovar la flota de la Marina Mercante: principal aliado argentino para evitar que Brasil logre autoabastecerse de trigo
Sin esa restricción la situación sería diferente.
En el ciclo 2013/14 Brasil deberá importar 6,60 millones de toneladas de trigo: una cifra equivalente al 60% del consumo anual del cereal. Pero el vecino país tiene condiciones para duplicar su producción y generar un volumen de al menos un 80% del consumo interno de trigo.
Así lo indicó hoy Sergio Roberto Dotto, director general de Embrapa Trigo, durante una conferencia ofrecida en una jornada organizada por ArgenTrigo en la sede de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
La cuestión, según explicó Dotto, es que uno de los principales limitantes del trigo en Brasil es un impuesto denominado “Adicional al Flete para la Renovación de la Marina Mercante”, el cual, al gravar con un 25% el costo del flete marítimo, hace inviable el transporte de trigo por esa vía desde los puertos del sur de Brasil hacia las terminales del norte del país.
“Por ese impuesto, para los molinos localizados en el norte del país es más conveniente importar trigo proveniente de otras naciones que del sur de Brasil (donde se produce la mayor parte del cereal)”, explicó Dotto.
“Por ese mismo motivo, para los operadores del sur del país es más conveniente exportar trigo a naciones africanas o de Medio Oriente que enviarlo al norte de Brasil. Eso a pesar de que somos una nación que importa grandes cantidades de cereal”, añadió (en el ciclo 2012/13 Brasil exportó 1,68 millones de toneladas de trigo).
El directivo de Embrapa comentó que el lobby de la Marina Mercante brasileña es muy poderoso y que, por lo tanto, no existen grandes posibilidades de que en el corto plazo el impuesto sea eliminado para el comercio interno de trigo.
El dato clave es que ese tributo no se aplica a mercancías originarias de países miembros del Mercosur. Es decir: para la Argentina, junto con el Arancel Externo Común del 10,5%, constituye una ventaja comercial enorme (ventaja que no se está aprovechando al no disponer de saldo exportable).
“No podemos perder el mercado brasileño, donde tenemos un costo de flete de apenas unos 15 u$s/tonelada y condiciones comerciales favorables”, apuntó el asesor de la Federación de Centros de Acopiadores Leandro Pierbattisti, para luego añadir que los demás grandes mercados importadores del cereal presentan costos y riesgos enormes para el trigo argentino.
“Los mercados importadores de trigo de África y Medio Oriente, además de que las compras en muchas situaciones son realizadas por agencias estatales –lo que requiere otro tipo de habilidades–, están abastecidos de manera muy competitiva por la oferta proveniente de Rusia, Ucrania y Kazakhstan”, apuntó Pierbattisti.
En el presente año la Cámara de Comercio Exterior de Brasil (Camex) suspendió temporariamente la aplicación del Arancel Externo Común para permitir la importación de 3,30 millones de toneladas de trigo (provenientes fundamentalmente de EE.UU.) ante la escasa oferta del cereal disponible en el Mercosur. Una situación similar se espera que ocurra en 2014.
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