Volvimos a los ’90: la diferencia es que ahora la fiesta consumista la paga el campo argentino
Datos oficiales del BCRA.
Volvimos a los ’90. La diferencia es que ahora la fiesta de importaciones y viajes estrambóticos las paga el campo argentino.
En lo que va del presente año la fiebre consumista –motorizada en buena medida por la inflación– promovió una mayor salida de divisas. Pero al no haber un plan para incentivar la producción agropecuaria –más bien todo lo contrario– el aporte de agrodivisas disminuyó.
En enero-septiembre de 2013 el ingreso neto de divisas (cobros por exportaciones – pagos por importaciones – utilidades giradas al exterior) generado por los sectores “oleaginosos y cereales†y “otras actividades primarias†fue de 23.323 millones de dólares (M/u$s) versus 26.345 M/u$s en el mismo perÃodo de 2012 (uno de los factores que explican esa merma es el derrumbe de las exportaciones de trigo).
En segundo lugar se ubicó el sector “alimentos, bebidas y tabaco†con 4579 M/u$s ingresados en enero-septiembre de 2013 versus 4792 M/u$s en el mismo perÃodo de 2012. Los datos corresponden al último Balance Cambiario publicado por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
El tercer lugar del ranking fue para el sector “minerÃa†con divisas ingresadas en el perÃodo por 2981 M/u$s contra 3363 M/u$s en los primeros nueve meses de 2012.
El aporte del sector minero es un fenómeno reciente. En 2004 el entonces presidente Néstor Kirchner dejó sin efecto la obligatoriedad de liquidar en el mercado local divisas provenientes de productos exportados por las compañÃas mineras. Pero a fines de octubre de 2011 Cristina Fernández de Kirchner restableció la obligatoriedad del ingreso de “la totalidad de las divisas†provenientes de las operaciones de exportación de empresas mineras que operen en el paÃs.
Los demás grandes sectores de la economÃa argentina consumen muchÃsimos más dólares de los que generan y son “subsidiadosâ€, en términos cambiarios, por el sector agroindustrial.
El problema es que, debido al tipo de cambio oficial artificialmente bajo promovido en el último año por el gobierno, las importaciones –tal como ocurrió a fines de los ‘90– se desbordaron.
En los primeros nueve meses de este año los rubros automotriz, industria quÃmica y comercio necesitaron “absorber†divisas por 13.758 M/u$s para poder desarrollar sus respectivas actividades. En el mismo perÃodo de 2012 esa cifra habÃa sido de 12.130 M/u$s (ver planilla).
El sector energético también es deficitario. Y además se exacerbó la sangrÃa de divisas promovida por la compra de maquinarias y equipos en el exterior (que se percibe como una oportunidad con el actual tipo de cambio oficial).
En 2011 el saldo cambiario turÃstico –divisas ingresadas por extranjeros menos divisas gastadas por argentinos en el exterior– registró un déficit de 1139 millones de dólares. En 2012 el saldo negativo fue de 4667 millones. Pero en los primeros nueve meses de 2013 el déficit alcanzó un récord de 6465 millones de dólares.
Para el sector minoritario de la población que puede ahorrar (o los integrantes de la clase media que deciden endeudarse para viajar) el “dólar turista†está baratÃsimo con respecto al dólar libre o “blueâ€.
La compra de paquetes turÃsticos y los consumos con tarjeta de crédito y débito en el exterior se realizan con un recargo del 20% sobre el tipo de cambio oficial. Pero la brecha entre el dólar “blue†y el oficial llegó a ser de casi un 100% en algún momento del presente año (actualmente la misma es del 57%).
En 2012 el gobierno nacional bloqueó de hecho la posibilidad de girar divisas al exterior. Pero en el presente año esa medida se descomprimió de manera parcial al permitir girar sumas por montos limitados (la mayor parte de las utilidades –278 M7u$s– fueron giradas por las empresas mineras).
Ezequiel Tambornini