Regalo de EE.UU. con fecha de vencimiento: los precios de la soja son superiores a los presupuestados en plena cosecha sudamericana
Pero para el ciclo 2014/15 los valores se desploman.
Los precios de la soja que los productores argentinos están comenzando a cosechar en estos días están registrando valores superiores a los presupuestados al comienzo de campaña gracias a un regalo proveniente de EE.UU.
Hoy lunes el contrato Soja Mayo 2014 del mercado de Chicago (CME Group) subió 10,1 u$s/tonelada para cerrar en 537,9 u$s/tonelada al tiempo que el contrato Soja Noviembre 2014 cayó 1,1 u$s/tonelada para terminar en 436,2 u$s/tonelada. Es decir: la diferencia entre ambas posiciones es de más de 100 u$s/tonelada.
Los motivos de semejante brecha son evidentes: los stocks de soja en EE.UU., luego de sobrevender el saldo exportable 2013/14, son bajos (27,0 millones de toneladas al 1 de marzo pasado versus 27,1 millones en la misma fecha de 2013, según datos del USDA) pero el área de siembra de soja en EE.UU. este año crecería un 6% con respecto al año pasado (y tenemos un probable fenómeno Niño en camino, lo que podría asegurar buenos rindes en el Midwest).
La cuestión es que en el mercado local la enorme brecha de precios entre la campaña presente (2013/14) y la próxima (2014/15) recién se evidencia en los precios del contrato Soja Mayo 2015 del Matba (que hoy lunes cerró en 287,0 u$s/tonelada).
Para las posiciones Soja Septiembre y Noviembre 2014 del Matba, en cambio, el valor a la fecha se ubica en torno a los 318 u$s/tonelada (un valor superior al cierre de 312,0 u$s/tonelada registrado hoy por el contrato Soja Abril 2014).
Los contratos Dólar Futuro del Rofex están proyectando un tipo de cambio de 9,20 y 9,68 $/u$s para los meses de septiembre y noviembre de este año respectivamente.
El posicionamiento en soja es unos de los mejores instrumentos presentes en el mercado local para protegerse de la depreciación del peso argentino. Pero esa premisa sólo es válida si los precios de la soja 2013/14 –tanto en el disponible como en los contratos futuros cortos– no se derrumban en algún momento del año.