Ranking de sobrecostos de herbicidas en campos con malezas resistentes al glifosato: cuáles son las zonas más comprometidas
Un estudio realizado por Aapresid.
En el ciclo 1996/97 se introdujo en el mercado argentino la soja tolerante a glifosato. El precio de ese herbicida (que ya era un genérico, es decir, cuya patente ya habÃa expirado) se diluyó ante una oferta creciente. Y los costos de producción de la soja se licuaron para brindar al agro argentino una competitividad fenomenal.
Pero en los últimos dos años ese proceso expiró con la difusión generalizada de diversas malezas resistentes al glifosato (hecho que obligó a volver a usar muchos viejos herbicidas que habÃan sido desbancados en su momento por la soja RR).
Técnicos de Aapresid calcularon cuál es el costo en herbicidas para 2014/15 en un campo afectado por malezas resistentes versus otro limpio. Las malezas consideradas fueron las más habituales de cada zona: en el NEA Gomphrena perenne y Chloris sp.; en el NOA sorgo de Alepo, Echinochloa colona, Eleusine indica y Urochloa panicoides; en el norte de Córdoba Gomphrena perenne y Borreria verticillata; en el sur de Córdoba Amaranthus palmeri; en la región núcleo pampeana Conyza bonariensis, Echinochloa colona y Eleusine indica; y en el sudeste bonaerense Lolium multiflorum.
En el caso de la soja de primera, el ranking de sobrecostos por malezas resistentes lo encabezó el NEA con 121 u$s/ha, seguido por NOA (87), sur de Córdoba (78), región núcleo pampeana (76), norte de Córdoba (74) y sudeste bonaerense (28). En cuanto a maÃz, las zonas más comprometidas son el norte y sur de Córdoba con un sobrecosto de 84 y 81 u$s/ha respectivamente, mientras que en el NOA es de 74 u$s/ha.
Aún no se realizó un estudio a nivel nacional que determine el área afectada con malezas resistentes en las diferentes regiones productivas. Pero, si por ejemplo suponemos que al menos un 30% del área de soja del NOA presenta problemas de malezas (estimación muy conservadora), entonces el sobrecosto regional en herbicidas para esa zona serÃa en 2014/15 del orden de los 30 millones de dólares. Mucho dinero.
“Los números muestran que un manejo reactivo (una vez que aparece el problema) hace peligrar el negocio agrÃcola cuando la problemática se incrementa marcadamenteâ€, explica MartÃn Marzetti, gerente Malezas Resistentes de Aapresid, en el estudio elaborado sobre el tema.
“En sentido contrario, el manejo proactivo (antes de tener el problema) tiene costos iniciales más elevados, pero sensiblemente menores en el mediano y largo plazo. Esto involucra limpieza de máquinas al ingresar al lote, control de los primeros manchones, monitoreo permanente y de calidad, inclusión de cultivos de cobertura, rotación de cultivos, rotación de mecanismos de acción herbicida, dosis adecuada, calidad de aplicación, entre otrosâ€, añade.