Nisman denunció al gobierno argentino por encubrir a Irán: el arroz fue la moneda elegida para cambiar alimentos por petróleo
El capítulo agroalimentario de la denuncia presentada hoy por el fiscal.
El fiscal Alberto Nisman denunció ante la Justicia a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y al canciller Héctor Timerman por “decidir, negociar y organizar la impunidad de los prófugos iraníes en la causa Amia con el propósito de fabricar la inocencia de Irán” en la investigación del atentado terrorista realizado en Buenos Aires en 1994.
Nisman, según un artículo publicado por Infobae, pidió la declaración indagatoria de Fernández de Kirchner y un embargo de 200 millones de pesos.
La denuncia de Nisman, presentada hoy miércoles en el juzgado federal de Ariel Lijo, sostiene que las motivaciones que llevaron a la concreción del pacto fueron estrictamente económicas: Fernández de Kirchner pretendía cambiar petróleo por granos (tal como se hace con Venezuela por medio de los envíos de carne aviar a ese destino).
La trama visible del plan fue el memorándum firmado por los gobiernos de Argentina y de Irán, en enero de 2012, por medio del cual se creó una “Comisión de la Verdad” para investigar el atentado de la Amia. Dicho acuerdo fue ratificado por el Poder Legislativo argentino en febrero de 2013 (Ley 26.843).
Gracias al acuerdo, en septiembre de 2012 Argentina retomó las exportaciones de arroz con destino a Irán luego de una interrupción que se extendió por diecinueve años.
En 2012 la Argentina envió a Irán embarques de arroz blanco (pulido o glaseado no parbolizado) por 33.363 toneladas (cifra equivalente al 17% del total exportado ese año a todos los destinos) por un valor de 18,5 millones de dólares. En 2013 las ventas a Irán fueron de 48.119 toneladas (20% del total) por 27,9 millones de dólares (ver planilla).
Pero a partir de 2014 las ventas de arroz a Irán se interrumpieron. La hipótesis en la que trabaja Nisman es que el acuerdo se frustró ante la negativa de Interpol de dar de baja los pedidos de captura internacional de los iraníes sospechosos de haber cometido el atentado terrorista de la Amia (algo que, aparentemente, formaba parte del acuerdo secreto entre ambas partes).
El intercambio de alimentos por energía es una metodología habitual con el gobierno venezolano. La mayor parte de las importaciones de pollos argentinos son gestionadas por la agencia oficial venezolana Corporación de Abastecimientos y Servicios Agrícolas (Casa) en el marco de acuerdos bilaterales realizados con funcionarios del gobierno kirchnerista.
A partir de 2013 el gobierno kirchnerista obligó a las principales compañías avícolas argentinas a financiar las compras de petróleo venezolano con exportaciones de pollos. Esa operatoria es instrumentada a través del “Fidecomiso Néstor Kirchner” del Banco Nación.