Hormigas versus Cigarras: creció casi cinco veces el superávit comercial chileno al tiempo que el argentino es casi inexistente
Según cuestionados datos del Indec.
Las hormigas creen que lo mejor que pueden hacer durante el verano es trabajar para evitar morirse de hambre en el invierno. Las cigarras, en cambio, estiman que lo más conveniente es pasarla bien en los perÃodos de abundancia sin importar qué pueda suceder después.
Esa tradicional fábula de Esopo, además de aplicarse a la vida de una persona o eventualmente de una organización, también puede resultar útil para interpretar la suerte de algunas naciones.
Chile, nación que vive fundamentalmente de las exportaciones de cobre, durante la (ya extinta) fase de auge de los commodities negoció Tratados de Libre Comercio con las principales naciones del orbe para eficientizar importaciones al tiempo de mejorar el acceso a mercados de productos no tradicionales.
El resultado: durante el primer bimestre de este año Chile registró un superávit comercial de 2123 millones de dólares (versus 432 M/u$s en el mismo perÃodo de 2014) gracias a un incremento en las ventas de alimentos y productos forestales.
Argentina, nación que vive fundamentalmente de las exportaciones de productos agrÃcolas, durante la fase de auge de los commodities, además de restringir las exportaciones de ciertos alimentos, promovió el desarrollo de industrias emsambladoras de piezas importadas.
El resultado: durante el primer bimestre de este año Argentina registró un superávit comercial de 126 millones de dólares (versus 79 M/u$s en el mismo perÃodo de 2014) gracias al derrumbe de los precios de los commodities combinado con una caÃda estrepitosa de las exportaciones de vehÃculos ensamblados y la escasa capacidad de respuesta de sectores agroexportadores arruinados durante la época de bonanza (trigo, carne bovina, lácteos, frutas, etcétera).
El dato del superávit comercial argentino proviene del informe de Intercambio Comercial Argentino del Indec, el cual, tal como vienen denunciando muchos economistas independientes, en los últimos dos años fue tergiversado para inflar las cifras de exportaciones (con lo cual es probable que el pequeño superávit comercial sea actualmente en realidad un déficit).
Por supuesto: siempre será mucho más lucrativo –en términos polÃticos de corto plazo– despilfarrar los recursos cuando abundan sin preocuparse por tener un “Plan Bâ€. Eso sÃ: es necesario estar dispuesto a pasar hambre cuando llegue el invierno.
Ezequiel Tambornini