Argentina volverá a tener un gobierno republicano: la matriz económica aún no cambió
El principal desafÃo que tendrá la gestión de Macri.
Argentina no cambió. Aún. En diciembre un gobierno autoritario será reemplazado por otro con aspiraciones republicanas. Pero el eterno ciclo de recuperaciones seguidas de desastres seguirá repitiéndose si la matriz económica permanece intacta.
El primer objetivo del equipo económico del nuevo presidente electo Mauricio Macri será buscar todas las fuentes posibles de divisas para recomponer las reservas del BCRA vaciadas por la gestión kirchnerista. Pero en el dÃa uno de gobierno también deberán trabajar para generar nuevas fuentes de ingresos.
El kirchnerismo se murió porque cerró la economÃa pensando que podrÃa vivir cien años con los ingresos de divisas aportados por el complejo sojero. Los problemas aparecieron cuando –agotado el ciclo de auge de los commodities– los precios de tales productos comenzaron a caer (en los últimos dos años tuvieron, sin embargo, la enorme suerte de contar con dos cosechas históricas de soja; la situación hubiese sido bastante diferente con una sequÃa).
La solución final del kirchnerismo frente al nuevo escenario –en caso de que el candidato oficialista Daniel Scioli resultase ganador– era apoderarse de toda la cadena de valor agrÃcola para intentar controlar la fuente primigenia de originación de divisas (algo que seguramente habrÃan hecho tan bien como en la intervenida Rasic Hnos).
Gracias a la soja los argentinos tenemos un empleo en el mundo. Tenemos que cuidarlo. Y mucho. Pero lo que ganamos con ese empleo ya no nos alcanza para vivir de acuerdo a nuestras aspiraciones (a menos que nos volvamos todos budistas veganos). Debemos comenzar a vender muchos más alimentos. Que es lo que hacen –o al menos intentan hacer– todos nuestros vecinos.
Los funcionarios del gobierno brasileño están trabajando en ese sentido al promover una mayor integración comercial, por ejemplo, con Europa, China o las naciones de Medio Oriente. No es una tarea fácil porque toda integración implica reciprocidad. Pero es eso o seguir condenado a vender commodities agrÃcolas que dependen de la lluvia (una variable difÃcil de controlar).
Una mayor integración comercial para una nación que pretende desarrollarse con la exportación de alimentos implicarÃa terminar con la mentira de las empresas ensambladoras de piezas importadas (fenómeno que en su máxima expresión se registra en Tierra del Fuego). El hecho de que la Argentina tenga un déficit comercial gigantesco con China es evidencia más que suficiente para certificar el fracaso estrepitoso de esa polÃtica (sin mencionar la cesión de soberanÃa territorial a cambio de unos pocos miles de yuanes).
A comienzos de los años ’80 Australia tenÃa una matriz económica similar a la presente actualmente en la Argentina. HabÃa inflación, desempleo y desánimo. TenÃan la autoestima por el piso: incluso el entonces presidente de Singapur los habÃa calificado como “pobre basura blancaâ€. Pero en marzo de 1983 fue elegido un nuevo gobierno de centroizquierda encabezado por un sindicalista, Bob Hawke, quien eliminó gradualmente todas las protecciones que impedÃan la libre importación de muchos bienes (como vehÃculos, vestimenta y calzado) para focalizarse en incrementar las exportaciones en las áreas en las cuales los australianos son competitivos (como minerales, petróleo, trigo, carnes o vinos). El resultado: más de treinta años de desarrollo económico. Los australianos son lo que son porque cambiaron.
Ezequiel Tambornini
Bonus Track. Por las dudas, el grupo Newsan, ensamblador serial de piezas importadas, salió a defender su renta extraordinaria en publinotas aparecidas en Perfil y La Nación en las cuales se destacada que es “el principal productor (sic) de electrónica y electrodomésticos de la Argentina†y “la principal empresa que fabrica (sic) tecnologÃa en Argentinaâ€.