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Cresta Roja: una empresa que se cansó de recibir toneladas de fondos públicos durante el gobierno kirchnerista

La quiebra de Rasic Hnos (Cresta Roja) es una síntesis del fracaso de la gestión kirchnerista: la empresa, a pesar de recibir toneladas de dinero –tanto por derecha como por izquierda– finalmente colapsó.

La titular del Juzgado Número 18 de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, Valeria Pérez Casado, al redactar el decreto de la quiebra solicitó que se “evalúe la necesidad de promover investigaciones tendientes a recomponer el activo falencial, el destino dado a los subsidios estatales entregados a la empresa desde el año 2007 por lo menos y, en su caso, si existen elementos para deducir acciones de responsabilidad”.

Entre 2007 y 2011 el gobierno kirchnerista pagó compensaciones a frigoríficos avícolas por 2100 millones de pesos para subsidiar la compra de “maíz y/o soja destinados exclusivamente a la alimentación de aves para su posterior comercialización en el mercado interno como pollos enteros, trozados o en todas sus formas de comercialización”.

La mayor parte de los subsidios se concentraron en las dos empresas que por entonces lideraban la producción aviar en el mercado argentino: Rasic Hnos y Granja Tres Arroyos. La suma de 2100 millones de pesos es equivalente –considerando el no intervenido IPC San Luis– a un valor actual de 6870 millones de pesos. Es decir: mucho dinero.

En 2012 el gobierno concedió un crédito con tasa de interés subsidiada a Cresta Roja por 100,8 millones de pesos para realizar obras –según prometió la familia Rasic– que generarían 610 puestos de trabajo directos. “Estamos encaminados para ser, en pocos años, el cuarto productor mundial de carne aviar”, prometía por entonces la ministra de Industria kirchnerista Débora Giorgi.

Durante la gestión kirchnerista se promovió –en el marco de acuerdos bilaterales con funcionarios del gobierno bolivariano– la exportación masiva de pollos a Venezuela con sobreprecios superiores al 30%. Cresta Roja participó de manera activa en esa operatoria.

En 2014 el presidente venezolano Nicolás Maduro solicitó que tales exportaciones comenzasen a integrar un programa de “petróleo por alimentos”. En ese marco se comprometieron colocaciones de 100.000 toneladas de pollos –también con sobreprecios descomunales– que no se terminaron de cobrar. Rasic Hnos participó inicialmente de esa aventura. Pero luego se bajó cuando los problemas financieros de la firma comenzaron a ser evidentes.

Además Rasic Hnos, según registros del Banco Central (BCRA), tiene una deuda con el Banco Nación de 99,8 millones de pesos calificada como irrecuperable. Ningún banco privado concedió préstamos importantes a la compañía porque era evidente que hace años que no contaba con capacidad para cumplir sus compromisos.

Rasic Hnos, si bien es el caso más estruendoso por el tamaño de la empresa –era la segunda compañía avícola más importante de la Argentina– no está sola: muchas otras firmas también experimentaron problemas o cerraron durante el gobierno kirchnerista (Fepasa, Avícola Vagues, Súper SA, Serviave y Pividor, entre otras).

Bonus Track. Facsímil del decreto de quiebra de Rasic Hermanos S.A.

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