Empezamos mal: en el primer mes del año las exportaciones argentinas de carne aviar cayeron un 27%
En volumen versus el mismo perÃodo de 2015.
Se acabó la era de los commodities. Hace rato. Pero estamos viviendo la década de las proteÃnas animales: cientos de millones de nuevos integrantes de la clase media global –localizados fundamentalmente en Asia, Medio Oriente y Ãfrica– no van a volver a una dieta de verduritas por más larga que sea la crisis económica que se avecina.
En el actual escenario algunos paÃses están actuando con muy buenos reflejos. Por ejemplo: el año pasado, luego de que las autoridades sanitarias chinas bloquearan el ingreso de carne aviar estadounidense al detectarse un foco de gripe aviar en esa nación, Brasil acaparó más del 70% de las 270.000 toneladas importadas de carne aviar.
En 2016 analistas del Foreign Agricultural Service del USDA esperan que esa cifra crezca hasta las 400.000 toneladas. Para poder hacer frente a esa demanda adicional, China acaba de habilitar a 17 nuevas plantas cárnicas brasileñas (de las cuales ocho elaboran carne aviar).
No es el caso de la Argentina: en enero de 2016 las exportaciones declaradas de pollo eviscerado congelado fueron de apenas 3820 toneladas versus 7412 toneladas en el mismo mes de 2015 (y de 5270 toneladas sin considerar los politizados envÃos de carne aviar a Venezuela). La mayor parte de las partidas se destinaron a mercados de Medio Oriente (ver planilla).
En lo que respecta a los cortes y trozos aviares congelados, en el primer mes de este año se declararon exportaciones argentinas por 9383 toneladas (de las cuales casi la mitad se destinaron a China) versus 10.707 toneladas en enero de 2015.
Es decir: las ventas de productos cárnicos aviares argentinos a mercado chino –considerando tanto los pollos enteros como los cortes y trozos congelados– cayeron un 27% en enero pasado contra el mismo mes de 2015.
El tipo de cambio real multilateral argentino –factor clave de competitividad de los sectores agroexportadores– sigue siendo insuficiente al registrar, producto de la alta inflación, un nivel similar al de comienzos de 2014.