Mendoza: la situación de los productores sigue siendo crÃtica a pesar de que los precios de las uvas se duplicaron
Desastre productivo por factores climáticos desfavorables.
Lluvias torrenciales promotoras de enfermedades severas, granizo, heladas y un verano más frÃo de lo habitual generarán en la presente cosecha mendocina de uvas –que está en plena recolección en estos dÃas– una reducción importante de la oferta inicialmente prevista. El resultado: se dispararon los precios.
Productores de Malbec que un año atrás cobraron 5,0 $/kilo, este año recibieron ofertas de 12 $/kg. Parece un gran avance. Pero en muchas situaciones no lo es porque ese valor no logra compensar las pérdidas productivas. Es decir: el precio no es un reflejo de una mejora sectorial sino de la escasez de mercaderÃa.
Vale recordar que –debido al retraso cambiario– los precios en pesos recibidos por los productores de uvas destinadas a la elaboración de vinos permanecieron prácticamente estancados en los últimos cuatro años (lo que implica que, en términos reales, se destruyeron en el último lustro a causa de la inflación).
“La mayor parte de los productores, al no tener recursos económicos suficientes, no pudieron realizar las labores curativas necesarias para controlar el impacto de las enfermedades en un ciclo húmedo como el que estamos registrandoâ€, comenta Andrés Méndez Casariego del CREA Aconcagua. “La última vez que se registró en Mendoza una caÃda de la producción tan importante causada por excesos hÃdricos fue en 1998â€, añade en un artÃculo publicado en InfoCREA.
Fuentes del sector estiman, en promedio, una disminución de la producción mendocina del orden del 50% en variedades criollas (destinadas a la elaboración de vinos comunes) respecto de la cosecha esperada en una situación climática normal, mientras que en variedades blancas y Malbec la caÃda serÃa de al menos 30% y 25% respectivamente.
Por supuesto: dentro del promedio existen situaciones disÃmiles en las cuales sectores que perdieron la mayor parte de la producción prevista conviven con otros que lograron salvar la mayor parte de la cosecha.
“En los últimos cuatro años los productores de vitÃcolas nos hemos quedado sin rentabilidad ni financiamiento: hemos sobrevivido consumiéndonos el capitalâ€, indica Juan Viciana del CREA Los Andes.
“Tenemos una planta de elaboración de postes para viñedos que está paralizada en los últimos tres años debido a que las fincas no cuentan con fondos para mantenimiento. Y este año parece que tampoco habrá recursos suficientes para detener ese proceso de descapitalizaciónâ€, agrega.