Argentina sigue viviendo por encima de sus posibilidades: el agro ya no puede sostener el modelo de sustitución de importaciones
El 2016 arrancó con balanza comercial negativa.
Se acabó –hace rato– la era de los commodities. Pero la economÃa argentina aún no se enteró. Y sigue viviendo por encima de sus posibilidades.
En el primer bimestre de 2016 la balanza comercial argentina registró un déficit de 101 millones de dólares. Se trata, de todas maneras, de un avance con respecto al déficit de 540 millones de dólares ocurrido en el mismo perÃodo de 2015 (que en su momento fue ocultado por la gestión kirchnerista a través de una manipulación obscena de los datos oficiales publicados por el Indec).
En los dos primeros meses de este año los sectores agroindustriales generaron 5642 millones de dólares, una cifra 1008 M/u$s superior a la registrada en enero/febrero de 2015. Pero ese esfuerzo adicional no fue suficiente para compensar el déficit del sector industrial (-464 M/u$s en el primer bimestre), el cual, como está integrado por fábricas dedicadas mayormente a ensamblar piezas importadas, suelen consumir más divisas de las que generan (modelo conocido como “sustitución de importacionesâ€).
El enero/febrero de 2016 las importaciones argentinas de combustibles y energÃa requirieron 444 millones de dólares contra exportaciones por 258 millones. Es decir: el saldo energético experimentó un déficit de 186 millones de dólares versus otro déficit de 86 M/u$s en el mismo perÃodo de 2015.
En el primer bimestre de este año el Indec además registró importaciones de piezas, accesorios y bienes de capital por 3464 millones de dólares, bienes de consumo por 1038 M/u$s y automotores por 604 M/u$s, entre otros Ãtems.
En enero/febrero de este año el producto que ocupa el primer puesto del ranking de mayores generadores de divisas es harina de soja con 1540 millones de dólares, seguido por el aceite de soja (665 M/u$s), maÃz (611 (M/u$s), trigo (392 M/u$s), oro (338 M/u$s), camiones (241 M/u$s) y cebada (208 M/u$s), entre otros.