De pesadilla a fondo compensador: el sobrestock de leche en polvo generado por la desaparición del negocio bolivariano salvó a la industria láctea
Datos de evolución de stocks internos.
El uso de stocks internos de productos lácteos permitió morigerar la competencia industrial orientada a originar leche en un año el cual la disponibilidad de ese insumo de redujo de manera considerable. Y eso probablemente le puso un techo a la recomposición de los precios pagados a los tamberos.
En abril de este año, debido al desastre climático que afectó a muchas zonas productivas de Córdoba, Santa Fe y Entre RÃos, la producción nacional de leche –que ya venÃa descendiendo por la salida de tambos del negocio y la reducción de rodeos lecheros– fue de apenas 674 millones de litros (-20% que en el mismo mes de 2015).
En los siguientes meses la producción siguió recortándose –aunque no de manera tan brutal como en abril– para promediar en los primeros ocho meses del año una reducción del 11% versus el mismo perÃodo de 2015.
En ese contexto la mayor parte de las industrias se dedicaron a liquidar stocks de quesos duros y de leche en polvo para destinar la menor oferta de leche disponible a la elaboración de leche fluida y quesos frescos.
En agosto de este año –último dato oficial informado por la SubsecretarÃa de LecherÃa– el stock de quesos duros era de 130,0 millones de litros equivalentes versus 180,5 millones en marzo de este año (un mes antes del desastre climático) y 171,7 millones en agosto de 2015 (ver gráfico).
La reducción del stock interno de quesos de pasta dura –que se encuentra en un mÃnimo histórico– se trasladó a los precios: el valor en góndola del queso Parmesano Conaprole en supermercados de Montevideo se encuentra en 13,3 u$s/kg. Un producto similar en Buenos Aires (Parmesano La Paulina) se vende en 20,8 u$s/kg (¡56% más!).
Con la leche en polvo, en cambio, ocurrió algo inesperado. En febrero de este año, debido a la interrupción de los envÃos del producto a Venezuela en el marco del acuerdo kirchnerista-bolivariano denominado “petróleo por alimentosâ€, el stock interno de leche en polvo (entera + descremada) registró un récord histórico de 538,5 millones de litros equivalentes.
El sobrestock de leche en polvo era por entonces tan gigante que el ministro de Agroindustria Ricardo Buryaile incluso llegó a evaluar la adquisición del mismo para canjearlo por una deuda energética con Venezuela heredada del régimen kirchnerista.
Pero con la baja abrupta de la producción de leche registrada a partir de abril, el sobrestock de leche en polvo pasó –en unas pocas semanas– de ser una pesadilla a transformarse en una suerte de fondo compensador de una situación catastrófica. Asà es como en agosto pasado el stock de leche en polvo se habÃa reducido a un volumen de 308,7 millones de litros (-42% que en febrero de este año).
El precio promedio de la leche pagado a tamberos a nivel nacional en agosto pasado fue de 4,27 $/litro (0,28 u$s/litro) versus 2,84 $/litro (0,30 u$s/litro) en el mismo mes de 2015, según datos oficiales publicados por la SubsecretarÃa de LecherÃa de la Nación.