Erize: Argentina necesita un «grainstorming» para incrementar el “empleo agregado†de la producción agrÃcola
Un desafÃo clave para una nación agroindustrial
Importante saber leer las señales del mercado. Hace ya muchos años algunos nos vienen diciendo que las cotizaciones de la soja se van a caer. Pero eso no sucede. Es más: en las últimas tres campañas EE.UU. ha tenido cosechas súper record consecutivas y los valores se afirman. La conclusión es simple y la venimos explicando hace ya una década.
La plaza granaria internacional ya no es más un mercado de oferta. Es un mercado de demanda. Desde 2006 venimos expresando nuestra convicción sobre la reversión de la “TeorÃa del Deterioro de los Términos de Intercambioâ€. AdvertÃamos entonces que la explosión de la demanda asiática liderada por China y la decisión polÃtica de los paÃses centrales de modificar la matriz energética serÃa las responsables de un escenario muy promisorio para el negocio agrÃcola.
Ahora bien, en la Argentina 2017, ¿vamos bien? ¿Tenemos un diagnóstico adecuado del sector? En mi humilde opinión, hay cuestiones por mejorar, que no son pocas. Veamos.
Trigo. Como venimos sosteniendo desde 2015, ya no somos competitivos produciendo el cereal. Enfrentamos una plaza internacional con demasiados actores del lado de la oferta: profesionales del cultivo como EE.UU., la Unión Europea, Canadá y Australia, a los que en los últimos años se les han sumado Rusia, Ucrania y Kazajstán, entre otros. Y nosotros, con excepción de Brasil, estamos lejos de los grandes centros de consumo (norte de Ãfrica, Medio Oriente y ahora Asia). Un partido muy complicado.
Asà las cosas, sembrar en el paÃs más de cinco millones de hectáreas de trigo es meterse en problemas. La idea de ser supermercado del mundo no funciona en el caso de este cereal. Va un argumento contundente en tal sentido: EE.UU. exporta por año 25 millones de toneladas de trigo a granel sin procesamiento alguno; es decir: la siembra de 8 M/ha a razón de 3000 kg/ha la tira arriba de los barcos sin transformación alguna. ¿Por qué no exportan harina o producen fideos con marca y/o galletitas si son los reyes del valor agregado? Dos respuestas posibles: 1) porque son tontos; 2) porque no se puede. La respuesta es obvia.
MaÃz. Produciendo este cereal Argentina sà es competitiva. El maÃz argentino es codiciado en el mundo. Aquà sà se puede exportar valor y empleo agregado. Transformar el maÃz en carne (vacuna, avÃcola o porcina) o etanol debiera ser la meta. Se trata de una decisión polÃtica. ¿Quién decidió en EE.UU. que más del 40% de la cosecha de maÃz se destine a la industria del etanol? ¿El mercado o el Congreso? Fue el Poder Legislativo.
En nuestro paÃs una tonelada de maÃz debe recorrer en promedio más de 200 kilómetros hasta su destino final. En EE.UU., con una producción 10 veces superior a la nuestra, recorre en promedio menos de 50 kilómetros. ¿Por qué? Porque a esa distancia un farmer tiene una planta de etanol, un feedlot, un tambo o una fábrica de alimentos balanceados, entre otras alternativas. Pregunta: ¿No se puede replicar el modelo aquÃ? Con polÃticas activas, la respuesta es sÃ.
Soja. Pregunta para la polémica. ¿Es viable una reducción a cero en las “retenciones†de la soja sin antes hacer competitivo al maÃz? Si asà fuera, el área crecerÃa a expensas del maÃz y la sustentabilidad de los suelos se verÃa comprometida.
Argentina es el primer exportador de harina de soja del mundo con casi el 50% del mercado mundial ¿Por qué? Porque EE.UU. convierte la harina de soja en proteÃna animal en un 75%, Brasil en un 50% y nuestro paÃs en tan sólo el 7%. Esa es la razón por la cual las industrias aceiteras ubican sus fábricas sobre el RÃo Paraná. Si algún dÃa decidiéramos imitar a los EE.UU. y decidiéramos transformar la soja en proteÃna animal, ¿lo harÃamos en los puertos o en zonas de producción? Sólo basta con mirar la ubicación de las plantas industrializadoras en EE.UU para entender el desafÃo.
Funcionarios del gobierno nacional afirman que “quieren marcar la canchaâ€. Yo corregirÃa: El gobierno “debe†marcar la cancha con polÃticas activas que permitan una inteligente y selectiva transformación de las materias primas. Con este gobierno se puede. Ayudemos a que lo puedan lograr, colaborando con ideas.
La Argentina que se viene promete cambiar varios paradigmas. Entender los mercados a veces es tan importante como saber de productividad de los suelos. En este último tema tenemos a los mejores. Dentro y fuera del gobierno. Falta hacer un esfuerzo adicional para acomodar nuestras ventajas competitivas a lo que quiere el mercado. Estratégicamente.
Me imagino a una Argentina con un significativo aumento del área maicera y conversión de la materia prima en las zonas en las cuales el cultivo hoy no puede competir. Me imagino encontrar una solución de mercado para cultivos de invierno que pueda reducir la dependencia del trigo (cebada, colza o legumbres). Me imagino polÃticas que permitan que el girasol vuelva a ser un cultivo clave para el sudeste y sudoeste de Buenos Aires, La Pampa y el Chaco.
Tenemos un presidente que alude periódicamente al sector agroindustrial como el sector más dinámico de la economÃa. Propongo un verdadero grainstorming con las mentes lúcidas que sobran en nuestro paÃs (entre periodistas, comerciales, profesionales, empresarios y consultores) para ayudar a quienes hoy están el frente del área en el Poder Ejecutivo a que nuestro sector sea la mejor locomotora de la economÃa del paÃs.
Enrique Erize
Presidente de Nóvitas