Gracias al valor desagregado en origen promovido por el kirchnerismo sigue la guerra de precios en la industria elaboradora de pastas secas
En 2016 el precio interno de los fideos se mantuvo prácticamente planchado.
La intervención kirchnerista del mercado de trigo –que se extendió durante la década comprendida entre 2006 y 2015– promovió el desarrollo de una capacidad industrial farinácea muy superior a las necesidades de la demanda interna.
Mientras el tipo de cambio real fue competitivo –hasta 2011– las producciones adicionales de farináceos se colocaron sin mayores dificultades en mercados externos. Pero, a medida que la inflación comenzó a salirse de control –2012 en adelante– la posibilidad de colocar excedentes en el exterior fue haciendo cada vez más difÃcil hasta tornarse finalmente inviable en 2015.
La industria elaboradora de fideos secos, que en 2011 logró exportar un máximo histórico de unas 47.000 toneladas, en 2015 apenas logró vender al exterior poco más de 3000 toneladas. El año pasado, sin embargo, las ventas se recuperaron para superar las 12.000 toneladas.
“El éxito de 2016 es relativo. Casi todas las exportaciones de pastas secas fueron realizadas por una sola empresa (Molinos RÃo de la Plata); además, no lo hizo porque fuera negocio, sino más bien fue debido a un cambio de expectativasâ€, indicó Juan Manuel Airoldes, responsable de Relaciones Institucionales de la Unión de Industriales Fideeros de la República Argentina (Uifra), en referencia a la gestión del presidente Mauricio Macri.
“Las condiciones para exportar siguieron siendo malas. El reintegro del 5,0% sin duda puede ayudar, pero el costo argentino sigue conspirando contra las posibilidades del negocioâ€, apuntó.
“Nuestro sector externo sigue mal y por eso cualquier volumen (adicional), aunque sea chico, impacta en el porcentaje (final). Sin embargo, creemos que con el tiempo nos iremos acomodando para retornar a nuestro valor de equilibrio, que se encuentra en torno a las 30.000 toneladas anuales. Nuestra perspectiva es llegar a 100.000 toneladas en un plazo de cinco añosâ€, añadió Airoldes.
La dificultad para colocar partidas de pastas en el exterior viene generando una sobreoferta del producto en el mercado interno que se evidencia –competencia mediante– con una guerra de precios entre empresas orientada a mantener participación en el único mercado disponible (el local).
Entre abril de 2016 (cuando la nueva gestión del Indec comenzó a difundir los números reales luego del apagón estadÃstico kirchnerista) y diciembre del año pasado el valor de los fideos secos guiseros medidos por el Indec en la ciudad de Buenos Aires subió apenas un 3.3%, mientras que en ese mismo perÃodo el pan de mesa creció 14.8%, las galletitas dulces un 15.4%, las galletitas de agua un 17.6% y la harina de trigo 000 un 25.9%.