Argentinos involucrados en un caso de mala praxis de aplicación de fitosanitarios que perjudicó a productores hortícolas uruguayos
El caso ocurrió en Canelones.
El director de los Servicios Agrícolas del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, Federico Montes, informó el 15 de febrero pasado que en la zona de La Armonía (Canelones), localizada a 31 kilómetros de Montevideo, se detectó que un productor aplicó en un lote de maíz una dosis ocho veces superior a la recomendada en el marbete del herbicida Picloram.
El herbicida contaminó la cañada Valenzuela, en la cual productores hortícolas tomaban agua para regar cultivos tanto a campo como en invernáculos, lo que ocasionó en pérdidas productivas que en algunos casos fueron totales, además de inhabilitar el uso del suelo por varios meses.
“Consideramos que estamos frente a un uso irresponsable de un agroquímico y ello causó la fatalidad del evento y su impacto. Como MGAP nos comprometimos con La Armonía a hacer un seguimiento en suelo y agua para garantizar cuándo se extingue tanto en suelo como el agua el producto”, aseguró Montes.
Las autoridades no divulgaron la identidad de los infractores, pero dijeron que está “totalmente identificada” la empresa aplicadora, con la cual hubo una reunión, al igual que con el dueño del predio y su técnico, quienes llegaron desde Argentina a “una de esas reuniones poco gratas”, señaló Montes a periodistas del diario uruguayo El Observador.
“El desánimo que tenemos es brutal. Te levantás, vas a los invernáculos, ves todo quemado, miles de plantas perdidas y de kilos desperdiciados y no sabés para dónde agarrar”, indicó Eduardo Casanova, uno de los productores hortícolas afectados por el caso de mala praxis.
Las autoridades del MGAP, a partir de siete denuncias recibidas, activó un sumario que derivó en un proceso jurídico a los responsables. Los productores además se están asesorando a los efectos de iniciar una demanda al vecino que generó el daño. “El problema es que esas cosas van para largo, capaz que nos lleva cinco o seis años y, mientras tanto, tenemos que seguir trabajando y lo que no queremos es que alguno quede por el camino”, expresó Casanova.
“Comencé a notar el problema el 15 de enero. Ya había visto diez días antes que algo andaba mal en el tomate, pero pensé que era por el exceso de calor”, recordó el productor hortícola, quien perdió la totalidad de la cosecha morrones y la mayor parte de la de tomates. “Perdimos mucho más que una zafra”, enfatizó. Por ser un herbicida de alta residualidad en el suelo, no podrán volver a cultivar pronto.
La Dirección General de Granja del MGAP determinó que los lotes afectados construirá un pozo para obtener agua de buena calidad, para riego y consumo humano, el cual el 80% de la obra será abonado por el Fondo de Fomento de la Granja. En esas obras ya trabaja un hidrogeólogo puesto por la Intendencia de Canelones (quine ya marcó los lugares ideales para cada pozo).
Casanova y su esposa hace cuatro años que viven en ese predio. “No nos vamos, nos quedamos, que es lo que corresponde porque nosotros hacemos las cosas bien: sólo exigimos que todos actúen de ese modo”, solicitó.
Foto. El Observador (Uruguay)