Un cambio de paradigma agrícola: modelo de cobertura con rolado de baja intensidad
Tecnologías de procesos para promover la sostenibilidad
Algunos pioneros comienzan a quebrar las barreras presentes en los sistemas agrícolas tradicionales para experimentar con nuevas herramientas orientadas a buscar soluciones agronómicas sostenibles por medio de la implementación de procesos biológicos intensivos. No se trata de simple curiosidad, sino –probablemente– de un cambio de paradigma que viene en camino.
Sandro Raspo vive en el campo junto a su esposa Teresa. La localidad más cercana a su establecimiento es el pueblo de Santa Regina (localizado en el norte del partido bonaerense de Gral. Villegas). Este integrante del CREA Melo Serrano –del que forma parte del presidente de Aacrea Francisco Iguerabide– tenía un problema: debía producir un campo lindante a una zona urbanizada. Y entonces comenzó a preguntarse cómo reducir la cantidad y las dosis de aplicaciones de agroquímicos en esa situación.
“En superficie agrícola lindante a los pueblos no se puede dejar de producir por la pérdida económica que eso representa. Es necesario encontrar alternativas orientadas a reducir la aplicación de agroquímicos en esos sectores”, explica Sandro en un arrtículo publicado en la última edición de la Revista CREA.
Comenzaron a probar cultivos de cobertura para que compitan con las malezas. Luego descubrieron que en sistemas de agricultura orgánica en siembra directa de EE.UU. se está implementando un rolo de baja intensidad (roller-crimper) para aplastar el cultivo de cobertura, de manera tal que el mismo, en lugar se secarse con una pulverización, lo haga de manera natural. “Con esa tecnología logramos reducir de manera significativa las aplicaciones realizadas”, explica el empresario CREA.
¿Dónde conseguir un rolo de baja intensidad para aplastar cultivos? Sandro buscó. Pero no encontró nada. Así que las primeras experiencias las hizo con un rolo para picar rastrojo al que le realizó algunas modificaciones. “Me tomó tres días quitar los 586 tornillos de ese rolo”, recuerda. Finalmente, logró que una metalúrgica, localizada en Rufino, realizara un modelo adaptado a las necesidades del sistema (ver foto).
“El rolo de baja intensidad, además de aplastar al cultivo, rompe sus tallos, o que permite que el mismo se seque en un plazo de siete a diez días para generar un colchón de cobertura que mejore la salud del suelo y pueda ser aprovechado por el próximo cultivo”, señala el productor.
Comenzaron a sembrar centeno y triticale como cultivo de cobertura. Luego probaron con nabos (Brassica), los cuales, al tener raíces más profundas, contribuyen a mejorar la estructura física del suelo. “El cultivo de Brassica además captura nitratos y eso contribuye a evitar problemas de lixiviación (movilidad de ese elemento hacia las napas subterráneas)”, comenta.
“Con este sistema, hacia mediados de agosto podemos ver flores y mariposas en el campo. Y dejamos que apicultores coloquen sus colmenas para que las abejas promuevan los procesos de polinización, además de tratarse de una evidencia biológica del cuidado ambiental presente en el establecimiento”, añade Sandro. Este año van a incorporar trébol persa y balansa para evaluar el comportamiento de los mismos en el sistema.
En términos de corto plazo, el sistema con cultivo de cobertura es más oneroso que el tradicional. Sin embargo, el mismo debe analizarse de manera integral para medir de manera efectiva la conveniencia económica del mismo. “Un cultivo de cobertura debe amortizarse en el período de la rotación, tal como se hace con las pasturas, porque el costo adicional debe ser evaluado con los eventuales incrementos de productividad que el mismo pueda llegar a generar en los siguientes cultivos”, indica Sandro.
“Además, el cuidado de las personas, el suelo y los acuíferos debe ser entendido como un criterio propio de la actividad agropecuaria en términos equivalentes a la necesidad de ser rentables económicamente en el largo plazo; eso sin mencionar las restricciones sociales e institucionales que tenemos en la actualidad y que tendremos en un futuro cercano”, concluye.