Basta de vender humo: para potenciar exportaciones a China no se necesita a Alibaba sino un Tratado de Libre Comercio
Un factor de competitividad clave para acceder al mercado asiático.
“Las plataformas de Alibaba (Group) van a ser designadas como canales oficiales por el gobierno argentino, que también va a proveer de soporte online y offline a los productores de vinos nacionales en China. Dichos canales recibirán apoyo con campañas para aumentar la conciencia y la educación sobre la cultura argentina del vino y la promoción de relaciones entre comerciantes de los diferentes paÃsesâ€.
Esta cita textual de un comunicado oficial es puro humo. Hacer un acuerdo con la mayor corporación de comercio digital de China (y del mundo) sin tener las condiciones necesarias para exportar vinos de manera competitiva a ese mercadazo, es sólo una expresión de deseos (en el mejor de los casos) o una broma (en el peor).
China es actualmente el principal comprador de vinos chilenos envasados. En el primer trimestre de 2017 un 14,9% del total de las ventas del perÃodo (324 M/u$s) correspondió a colocaciones realizadas en ese mercado asiático, seguido por EE.UU. (11,9%) y Japón (11,2%), según datos oficiales.
La principal ventaja competitiva de los vinos chilenos en China es un Tratado de Libre Comercio (TLC) que permite que el producto trasandino ingrese a ese mercado libre de aranceles y restricciones aduaneras. Es decir: la principal ventaja es fruto de una tecnologÃa intelectual.
En pocos dÃas el presidente Mauricio Macri viajará a China para oficializar el financiamiento destinado a construir dos nuevas centrales nucleares en territorio argentino. Se tratarÃa de una oportunidad única, además, para comenzar a sentar las bases de un TLC entre ambas naciones.
Si hubiese que elegir un solo indicador para definir el fracaso de la polÃtica económica argentina (combo de proteccionismo, sustitución de importaciones y despilfarro de fondos públicos), seguramente serÃa el déficit comercial que registra el paÃs con China (1758 M/u$s en el primer trimestre de este año según datos oficiales del Indec). Resulta insólito que un pequeño paÃs especializado en la elaboración de alimentos tenga un déficit comercial tan abultado con el mayor comprador de alimentos del mundo.
En los últimos meses funcionarios del gobierno nacional están promoviendo readecuaciones salariales para incrementar la competitividad industrial. Un TLC con China, además de incrementar las exportaciones, permitirÃa readecuar el precio interno de los bienes básicos para alinearlos con los (pauperizados) salarios argentinos. Se acabarÃa –es cierto– el reinado de los empresarios truchos que viven de esquilmar a los consumidores argentinos de indumentaria, electrodomésticos y artÃculos digitales. Pero lo justo, en la actual coyuntura, es que el ajuste sea para todos. No sólo para algunos.
Luego de más de una década de cavernÃcolas en el gobierno diciendo que habÃa que cerrar las exportaciones para garantizar la seguridad alimentaria, lo que viene a continuación, quizás, sea difÃcil de comprender para bastante gente. Igual hagan el esfuerzo. Un TLC con China (o con cualquier otra nación complementaria de la economÃa argentina) permitirÃa además tener alimentos más baratos para los argentinos, porque, al ampliar la base de clientes, los empresarios tendrÃan muchas más herramientas para subsidiar al consumo local.
Basta con mirar lo que sucede con Conaprole en Uruguay. La cooperativa láctea, que exporta la mayor parte de su producción, puede darse el lujo de vender a los consumidores orientales leche entera en sachet a un precio en góndola equivalente a 12 pesos argentinos por litro, mientras que el sachet más barato de Mastellone Hnos (empresa que concentra la mayor parte de sus ventas en el mercado interno) se vende a un precio minorista de 22 pesos/litro. Esa es una de las razones por la cual la primera lÃnea del gobierno uruguayo está realizando grandes esfuerzos para negociar un TLC con China.
En el primer trimestre de este año las ventas a China de vinos argentinos envasados sumaron apenas 3,5 millones de dólares (equivalente al 2% del total del perÃodo), según datos del Observatorio VitivinÃcola Argentino. La principal razón de tan pobre performance es el arancel del 14% que los vinos argentos deben abonar para poder ingresar a ese mercado.
El actual esquema económico argentino está completamente agotado: el tercio de la población argentina que no tiene ingresos suficientes ni siquiera para alimentarse puede dar testimonio de eso. Igual se puede seguir profundizándolo. O podemos cambiar. Lo que no se puede hacer es seguir vendiendo humo.
Ezequiel Tambornini