Los trabajadores de las fábricas de productos derivados del almidón lideran (por ahora) el ranking de salarios en el sector agroindustrial
Se readecuará el convenio colectivo.
Los trabajadores de las fábricas elaboradoras de productos derivados del almidón son los que reciben los salarios más elevados en el ámbito agroindustrial. Aunque esa situación podría llegar a cambiar próximamente.
En marzo pasado, según los últimos datos oficiales publicados por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, el salario promedio del personal empleado en la industria del almidón fue de 54.937 pesos.
En los siguientes puestos del ranking (bastante lejos) se ubican los trabajadores cerveceros (con un promedio de 46.896 pesos en marzo de este año), seguidos por los de la industria de agroquímicos (43.628), lácteos (42.152), aceiteros (38.305), tabaco (38.298), alimentos balanceados (30.334), molinos harineros (28.740) y curtiembres (26,395),
A comienzos de marzo de este año, Ingredion, una de las principales empresas del sector dedicadas a procesar maíz húmedo para obtener endulzantes (como fructosa, jarabe mezcla, glucosa, maltosa y dextrosa) y almidones, abrió un progama de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas para, según datos de la empresa, desprenderse de 42 empleados de sus plantas de Baradero y Chacabuco (inicialmente la empresa había comunicado la intención de recortar 186 puestos de trabajo).
Luego de varias semanas de negociaciones conflicivas con los dirigentes del Sindicato de Obreros y Empleados de Refinerías de Maíz (Soerm), a fines de mayo los representantes de la filial local de Ingredion presentaron una “propuesta final y definitiva” en la cual se indicó que “estamos decidiendo, entre todos, la continuidad o no de las plantas en la Argentina” para “intentar salvar estas fuentes de trabajo”.
La oferta, que fue aceptada por la mayor parte de los trabajadores a comienzos de junio, contempla un bono extraordinario de 44.000 pesos, otro bono de fin de año de 15.000 pesos por “productividad y paz social”, una paritaria escalonada hasta mayo de 2018 por un total del 15% y la readecuación del convenio colectivo de Soerm para transformarlo en un acuerdo “razonable”.
El costo de esa reestructuración, según informó Ingredion en el último balance trimestral, fue de 17 millones de dólares (correspondiente en su mayor parte a indemnizaciones y jubilaciones anticipadas).
“El ingreso operativo en Norteamérica alcanzó niveles récod en el segundo trimestre de 2017, pero en Sudamérica fue menor a causa de inconvenientes macroeconómicos y la interrupción temporaria de actividades en la Argentina asociada con la implementación de un nuevo convenio colectivo”, dijo el CEO de Ingredion, Ilene Gordon, en el documento.
El menor consumo interno de gaseosas y bebidas endulzadas –producto de la crisis económica y de cambios de hábitos de consumo orientados a reducir la epidemia de obesidad– coincidió con una pérdida de participación de mercado de la empresa respecto de sus dos principales competidores: Arcor y Glucovil (integrada por Ledesma y Cargill).
El objetivo probable perseguido por la gerencia local de Ingredion reside en equiparar las escalas salariales presentes en Soerm con las del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (que, además de ser más bajas, son las empleadas para renumerar a los trabajadores de Arcor).