Los frigoríficos bovinos exportadores siguen perdiendo dinero: expectativa por el refuerzo de los reintegros
Datos de balances del primer semestre de 2017.
La industria frigorífica argentina dedicada a la exportación de carne bovina sigue mayoritariamente en el horno porque el crecimiento progresivo de los costos fijos viene creciendo a una velocidad mayor que la capacidad de ajuste de los ingresos.
Así lo demuestran los números de Frigorífico Bermejo y Quickfood, dos de las tres industrias que presentan balances ante la Comisión Nacional de Valores (CNV), mientras que la tercera (Carnes Pampeanas de Cresud) aún no informó los datos correspondientes al segundo trimestre de 2017, pero, muy probablemente, tenga la misma suerte que sus pares.
Para intentar revertir esa tendencia, la semana pasada las autoridades del gobierno nacional incrementaron los reintegros a la exportación de los productos cárnicos vacunos (5.8% para la carne fresca deshuesada y congelada trozada, 4.8% para la carne fresca con hueso y congelada en cuartos, 4.5% para lengua, hígado y rabo bovino y 4.0% para las demás menudencias).
El Frigorífico Bermejo –localizado en la localidad salteña de Pichanal– registró en el primer semestre de 2017 una pérdida neta de 52,6 millones de pesos versus un resultado negativo de 33,2 M/$ en el mismo período del año anterior.
Las ventas netas de Frigorífico Bermejo en enero-junio de este año sumaron 864 millones de pesos, una cifra 39,8% superior a la registrada en el mismo período de 2016, mientras que los costos de ventas fueron de 811 M/$ (+40,8%). Pero los gastos de comercialización y administración subieron 45,2% y 57,3% respectivamente para ubicarse en 86 y 46 M/$, según datos del último balance presentado ante la Comisión Nacional de Valores (CNV).
Frigorífico Bermejo –industria habilitada para exportar a Chile y la Unión Europa– es controlado por la compañía Inversora Juramento de la familia Brito (propietaria de Banco Macro). La mayor parte de la producción se comercializa en el NOA (cuenta con una red de carnicerías propias). En 2016/17 la empresa recibió un cupo Hilton de 220 toneladas versus 160 toneladas en el ciclo anterior.
Las ventas de Quickfood en el primer semestre de 2017 fueron de 2706 millones de pesos, una cifra 11,6% superior a la registrada en el mismo período de 2016. Pero en ese mismo lapso los costos operativos (2404 M/$) subieron un 13,3% y los gastos administrativos (55 M/$) un 8,8%. Si bien la empresa logró realizar una reducción de los gastos comerciales y financieros, eso no fue suficiente para poder obtener resultados favorables: en enero-junio de este año registró una pérdida neta de 181 M/$ versus 256 M/$ en el mismo período del año anterior.
“El incremento de los reintegros a la exportación de carne vacuna y su ampliación a los procesados cárnicos a principios de 2017 hacen vislumbrar una mejora en los márgenes de exportación”, indicó Quickfood, empresa controlada por la corporación brasileña BRF, en el último balance presentado ante la CNV (lo mismo había expresado en el balance anterior presentado a fines de mayo pasado).
Quickfood es una compañía verticalmente integrada que se dedicada a la faena de bovinos, exportación de cortes frescos y elaboración de hamburguesas, salchichas, fiambres y alimentos congelados. Sus marcas más emblemáticas con Paty y Vieníssima. Cuenta con tres plantas industriales localizadas en San Jorge, Arroyo Seco (Santa Fe) y Baradero (Buenos Aires). En 2016/17 Quickfood recibió un cupo Hilton de 3000 toneladas versus 2967 en el ciclo anterior.