La inundación se tragó 190.000 hectáreas de cereales con una pérdida directa superior a 70 M/u$s
El costo indirecto también será considerable.
La superficie perdida de trigo y cebada por excesos hídricos suma hasta el momento unas 190.000 hectáreas, según datos relevados por el equipo de estimaciones agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
“Nuevas precipitaciones, que se registraron durante el pasado fin de semana sobre las provincias de Buenos Aires y La Pampa, complicaron aún más el estado de los lotes de trigo que se encuentran transitando etapas vegetativas”, indicó hoy el informe semanal de cultivos elaborado por la Bolsa de Cereales.
“En consecuencia, se estima que los excesos hídricos acumulados podrían generar nuevas pérdidas de área por 70.000 hectáreas, las cuales se suman a las 80.000 hectáreas que se perdieron con el cultivo de trigo por las inundaciones registradas previo al fin de semana”, añadió.
Además, el 45% de las 5,35 M/ha que siguen en carrera presentan “una condición de humedad excesiva que no sólo afecta el crecimiento y desarrollo del cultivo, sino que también imposibilita la realización de labores de fertilización y control sanitario”. La mayor parte del área perdida y comprometido se encuentra en las provincias de Buenos Aires y La Pampa.
Las pérdidas de área de cebada, por su parte, podrían alcanzar las 40.000 hectáreas, mientras que el 45% del área que sigue en producción (unas 800.000 hectáreas) presenta excesos hídricos que, al igual que en el caso del trigo, dificultan las labores de fertilización y control sanitario.
Si se considera un costo directo promedio (sin arrendamientos) de 340 y 300 u$s/ha para el trigo y la cebada, las pérdidas inmediatas serían superiores a 70 millones de dólares, mientras que las indirectas también serán considerables a partir de la menor cantidad de servicios (pulverizaciones, cosecha y fletes) que se requerirán, además de la menor oferta disponible para procesar y exportar (acopios, molinos y traders).
Aquellos propietarios de campos afectados que negociaron acuerdos con “cláusula climática” tampoco recibirán ingresos, dado que la misma contempla el pago del área efectivamente producida (un ejemplo de la misma: “Para el caso de situación climática extrema, inundaciones, desastre naturales y/o cualquier otra inclemencia que afecte la superficie agrícola en forma notoria, las partes de mutuo acuerdo establecerán las hectáreas reales que se destinan al uso efectivo de cada actividad y se tomarán en cuenta a los efectos del pago del precio estipulado”). En tales casos el uso de imágenes satelitales es esencial para poder determinar la superficie efectivamente disponible luego de un desastre climático.