Se derrumbaron las exportaciones argentinas de premezclas: no pudieron recuperarse ante el desarme de retenciones diferenciales
El atraso cambiario no ayuda.
La exportaciones argentinas de premezclas –que se destinan principalmente a países vecinos– no pudieron aún recuperarse de la quita del subsidio forzoso generado por retenciones diferenciales.
En lo que va del presente año se declararon 34.575 toneladas de exportaciones argentinas de premezclas para la elaboración de tortas, bizcochuelos, pizzas, crepes y ñoquis –entre otros productos de panadería o galletitería– por un valor de 13,1 millones de dólares.
En el mismo período del año pasado se habían registrado 30.728 toneladas de ventas externas de premezclas por un valor de 12,6 millones de dólares, mientras que en todo el año 2016 se declararon 43.939 toneladas por 17,8 M/u$s (ver planilla).
Sin embargo, los niveles de colocaciones declaradas siguen lejos de las 65.432 toneladas por 25,0 millones de dólares registradas en 2015 y las 146.698 toneladas por 74,2 M/u$s del año 2014.
Las posiciones arancelarias correspondientes a los diferentes tipos de premezclas son 1901.20.00.119T, 1901.20.00.910R y 1901.90.90.100G (gravadas con un derecho de exportación del 13% hasta diciembre de 2015) y 1901.20.00.112C, 1901.20.00.190Z y 1901.20.00.990T (con un derecho del 5% hasta el final del gobierno kirchnerista).
Hasta el año 2015 el diferencial mantenido por las últimas tres posiciones con la harina de trigo (que tenía una retención del 13,0% y cuya exportación se encontrada cuotificada por la gestión K) permitió una donación intrasectorial de competitividad proveniente de los ingresos de los empresarios trigueros (que producían un cereal que estaba gravado con un derecho del 23%).
La liberación del mercado cerealero argentino –instrumentada por el presidente Mauricio Macri ni bien asumió su mandato– permitió que las exportaciones de harina de trigo se incrementasen de manera notable. Pero no sucedió lo mismo con las colocaciones de premezclas porque, en un contexto de apreciación cambiaria con alta carga impositiva, la competitividad es inversamente proporcional al valor agregado de un agroproducto.
A comienzos de 2017 el gobierno nacional instrumentó un reintegro del 3,50% a la mayor parte de las exportaciones comprendidas en las partidas de premezclas. Pero no fue suficiente para incentivar mayores ventas externas de los productos.