Dólar barato: el déficit de la balanza cambiaria turística duplica la cantidad de divisas generadas por la industria alimenticia
Datos oficiales del BCRA.
En lo que va del año el déficit de la balanza cambiaria del sector turístico más que duplica el ingreso neto de divisas generado por la industria alimenticia argentina.
En los primeros ocho meses de este año se registraron salidas de divisas por 7374 y 1296 M/u$s en concepto de los rubros “turismo y viajes” y “servicios de transporte de pasajeros” respectivamente, mientras que el ingreso de divisas por esos mismos conceptos fue de apenas 1265 y 23 M/u$s, según los últimos datos del Mercado Único y Libre de Cambios publicados por el Banco Central (BCRA).
Es decir: en enero-agosto la balanza cambiaria del sector turístico registró un déficit de 7382 M/u$s, una cifra 31% y 44% superior al déficit del mismo período de 2016 y 2015 respectivamente (5608 y 5112 M/u$s). En ese mismo período el sector de “alimentos, bebidas y tabaco” registró un superávit de 3359 M/u$s.
Los últimos datos publicados por el Indec confirman la sangría de divisas promovida en el sector turístico por el dólar barato: en enero-julio de este año la salida de turistas argentinos por el Aeropuerto de Ezeiza y el Aeroparque Jorge Newbery fue de 2.234.700, una cifra 12,6% superior a la registrada en el mismo período de 2016. Los ingresos por ambas vías de turistas extranjeros, en cambio, fueron de 1.321.200 (+3,6%).
La progresiva apreciación del tipo de cambio sigue operando como un subsidio turístico indirecto que impulsa a los argentinos con mayor poder adquisitivo a viajar al exterior, mientras que, para los turistas extranjeros, el país se consolida como un destino muy caro respecto a otras naciones.
El turismo receptivo es un factor clave para desarrollar la cadena de valor de la agroindustria argentina, porque los visitantes extranjeros, además de aportar divisas, luego se convierten en embajadores de productos argentinos (como las empanadas de carne, el vino Malbec o el dulce de leche). Pero es casi imposible desarrollar esa actividad con un tipo de cambio real sobreapreciado.