Déficit comercial con China récord de 4300 M/$: un mes después del anuncio de reapertura aún no se embarcó una sola tonelada de aceite de soja
Fuerte crecimiento del desbalance comercial en lo que va de 2017.
China sigue operando como una aspiradora de divisas de la economÃa argentina a pesar de tratarse de la primera potencia importadora de alimentos del mundo.
En los primeros ocho meses de 2017 –según datos difundidos hoy por el Indec– las exportaciones argentinas de bienes a China sumaron 3124 millones de dólares (-12,7% que en el mismo perÃodo de 2016). El grueso de los envÃos realizados a la nación asiática está integrado por porotos de soja. Las importaciones argentinas provenientes de China –fundamentalmente equipos, maquinaria, agroquÃmicos, piezas y bienes de consumo– fueron en enero-agosto de este año de 7492 M/u$s (+6,3%).
La diferencia entre ambos –exportaciones menos importaciones– arrojó en el perÃodo un déficit comercial con la nación asiática de 4368 M/u$s. Se trata a una cifra 26% y 33% superior a la registrada en el mismo perÃodo de 2016 y 2015 respectivamente.
Argentina viene registrando desde 2008 un déficit comercial profundo con China a partir del proceso primarizador de la economÃa instrumentado por el kirchnerismo, el cual promovió una sojización extrema de la matriz productiva y económica argentina. El fenómeno se agravó desde 2012 a la fecha con la progresiva sobreapreciación cambiaria argentina (que genera una suerte subsidio a las importaciones).
Además, Argentina, al no contar con una adecuada polÃtica de integración comercial con China, no puede aprovechar las oportunidades presentes en ese mercado, como sà puede hacer, por ejemplo, Chile al disponer de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con la nación asiática.
Incluso la reapertura del mercado chino para el aceite de soja argentino, que se anunció a fines de agosto pasado como un logro diplomático (cuando en realidad se trató del resultado de haber aprobado la construcción de las represas santacruceñas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner), ni siquiera se concretó hasta el momento.