El Estado argentino sigue vampirizando al sector agrÃcola: los productores ven pasar de largo siete de cada diez pesos generados
Datos del último Ãndice Fada.
En el presente mes de septiembre la participación del Estado en la renta agrÃcola es en promedio del 71,1%, según el Ãndice Fada. Es decir: la sumatoria de los impuestos provinciales y nacionales se llevan 71 de cada 100 pesos que genera una hectárea agrÃcola promedio a nivel nacional.
Se trata de una cifra superior a la registrada en septiembre del año pasado (65,4%) y un poco menor que la de la última medición realizada en junio pasado (74,7%).
El indicador –que pondera la situación a nivel nacional de los cultivos de soja, maÃz, trigo y girasol– es un reflejo de la pérdida de competitividad agrÃcola promovida por la sobreapreciación del peso argentino (que incrementa los gastos internos medidos en dólares) junto con el crecimiento del costo de los servicios (producto del impuesto inflacionario resultante de un excesivo gasto público crónico).
Además, el grueso del Ãndice se compone de soja, un producto que tiene un impuesto fijo sobre los ingresos brutos (derecho de exportación del 30%), el cual tiene una incidencia creciente a medida que el margen del negocio se licúa por la caÃda de precios internacionales.
Otra manera de observar la situación –siempre con los datos correspondientes al presente mes de septiembre– es cómo se reparte la torta del valor bruto de producción de la canasta de cultivos seleccionados para elaborar el Ãndice Fada: 52.7% costos (insumos y servicios), 31.5% impuestos nacionales, 9.6% renta o costo de oportunidad de la tierra, 2.2% impuestos provinciales y 4.1% resultado agrÃcola (el sueldo de productor). La medición no considera impuestos municipales.
Un dato interesante es que el Ãndice correspondiente sólo a la soja es de 73.1% versus 60.3% el maÃz. Tan escasa diferencia –considerando que la oleaginosa tiene un retención del 30%– indica que sin ese impuesto la competitividad de la soja respecto del maÃz serÃa tan elevada que el área sembrada con el cereal probablemente se caerÃa a pedazos.
La renta agrÃcola es el resultado de restarle al valor de la producción, los costos de producir, comercializar y transportar la producción. Por lo tanto, si suben los costos, la renta baja y el indicador sube. Y si, como es el caso actual, bajan los precios, se reduce el valor de la producción, disminuye la renta y, nuevamente, aumenta el Ãndice Fada.