La tecnologÃa para producir maÃz puede retroceder dos décadas: apenas un 23% de los productores hace refugios
Datos de un relevamiento realizado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
En la campaña 2016/17 la cantidad de empresarios agrÃcolas argentinos que realizaron refugios al sembrar maÃz Bt (resistente a insectos) fue del 23% del total nacional, según datos de un relevamiento realizado por el Ãrea de Investigación y Prospectiva Tecnológica de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (integrada por Juan M. Brihet y SofÃa Gayo).
Mientras que en la zona pampeana el nivel de cumplimiento del refugio del 10% con maÃz no-Bt fue en el ciclo pasado del 24%, en el norte del paÃs –que es justamente donde más se necesita por la mayor presión de plagas– se ubicó en el 20%.
“Se trata de un nivel muy bajo porque el refugio debe permitir generar adultos susceptibles que se puedan cruzar con los resistentes presentes en el mismo lote de maÃz Btâ€, indicó Fabiana Malacarne, gerente de BiotecnologÃa de la Asociación Semilleros Argentinos (ASA). “La proporción de uso de refugios no deberÃa ser inferior al 70%â€, añadió.
“Nuevos eventos Bt no va a haber en el mercado hasta por lo menos dentro de diez años. ¿Queremos volver a los cultivos de maÃz que se hacÃan veinte años atrás? Si la respuesta es no, tenemos entonces que tomar conciencia de hacer refugios para poder cuidar la productividad del cultivoâ€, explicó Fabiana.
El primer caso documentado de una presencia generalizada de insectos resistentes (en este caso barrenador del tallo del maÃz) a proteÃnas Bt (Cry2Ab2, Cry1A.105 y Cry1F) se registró en San Luis durante la campaña 2012/13 apenas unos años después de haber introducido los hÃbridos Herculex I y VT3Pro en esa región productiva. Posteriormente también comenzaron a registrarse fallas generalizadas para controlar al gusano cogollero (Spodoptera frugiperda).
Algunas empresas comenzaron a implementar la polÃtica comercial denominada “9 + 1â€, por medio de la cual por cada nueve bolsas de maÃz Bt comercializadas se comprometen a entregar una equivalente de hÃbridos no-Bt. Otro avance es la incorporación de la obligación de hacer refugios para poder certificar la norma IRAM 14.130 de Buenas Prácticas AgrÃcolas.
“Durante los dos primeros años, un cultivo de maÃz Bt sin refugio permite lograr una máxima rentabilidad, pero a partir del tercer año la resistencia comienza a resentirse hasta finalmente desaparecer en caso de hacer un uso inadecuado de la tecnologÃa. Los pequeños costos que se asumen desde el año uno permiten maximizar productividades sostenidas en el tiempoâ€, afirma Fabiana.