Argentina factorÃa sojera: en lo que va del año el déficit comercial con China alcanzó un récord de 6000 M/u$s
Datos oficiales del Indec.
Si hubiese que elegir un solo indicador para definir el fracaso de la polÃtica económica argentina (combo de proteccionismo, sustitución de importaciones y despilfarro de fondos públicos que viene de arrastre hace décadas), seguramente serÃa el déficit comercial que registra el paÃs con China. Resulta insólito que un pequeño paÃs especializado en la elaboración de alimentos tenga un déficit comercial tan abultado con el mayor comprador de alimentos del mundo.
En los primeros diez meses de 2017 –según datos difundidos por el Indec– las exportaciones argentinas de bienes a China sumaron 4151 millones de dólares (-3,0% que en el mismo perÃodo de 2016). El grueso de los envÃos realizados a la nación asiática está integrado por porotos de soja. Las importaciones argentinas provenientes de China –fundamentalmente equipos, maquinaria, agroquÃmicos, piezas y bienes de consumo– fueron en enero-octubre de este año de 10.165 M/u$s (+15,7%).
La diferencia entre ambos –exportaciones menos importaciones– arrojó en el perÃodo un déficit comercial con la nación asiática de 6014 M/u$s. Se trata a una cifra 33% y 20% superior a la registrada en el mismo perÃodo de 2016 y 2015 respectivamente.
La caÃda del ingreso de divisas generado por las exportaciones a China se explica fundamentalmente por un menor envÃo de soja a esa nación, dado que el valor FOB promedio del poroto argentino en lo que va de 2017 es de 366 u$s/tonelada, una cifra muy similar al precio de 361 u$s/tonelada registrado en 2016.
Argentina viene registrando desde 2008 un déficit comercial profundo con China a partir del proceso primarizador de la economÃa instrumentado por el kirchnerismo, el cual promovió una sojización extrema de la matriz productiva y económica argentina. El fenómeno se agravó desde 2012 a la fecha con la progresiva sobreapreciación cambiaria argentina (que genera una suerte subsidio a las importaciones).
Argentina, al no contar con una adecuada polÃtica de integración comercial con China, no puede aprovechar las oportunidades presentes en ese mercado, como sà puede hacer, por ejemplo, Chile y Perú al disponer de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con la nación asiática.
Un solo ejemplo: el USDA estima que en 2017/18 China importará 250.000 toneladas de uvas frescas, una cifra 5% superior a la del ciclo anterior. “Chile, Perú y Australia son los tres principales proveedores de uvas frescas de China. Las tres naciones tienen un TLC con China y puede colocar el producto con aranceles preferencialesâ€, indica el informe del USDA.
Por su parte, la importación prevista de manzanas por parte de China en 2017/18 es de 80.000 toneladas, una cifra 14% superior a la registrada en 2016/17. Los mayores proveedores, en este caso, son EE.UU., Nueva Zelanda y Chile.