17 naciones firmaron en la cumbre de la OMC una declaración para evitar barreras injustificadas en el comercio de alimentos: la Unión Europea no está en la lista
Entre las naciones firmantes se incluyen todos los países integrantes del Mercosur, EE.UU. y Canadá.
Un total de 17 países firmaron una declaración conjunta en la cual se comprometen a promover la producción sostenible y segura de alimentos así como la eliminación de las barreras injustificadas en el comercio internacional de alimentos .
El documento, firmado en el marco de la XI Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) que se está desarrollando en la ciudad de Buenos Aires, fue suscripto por EE.UU., Canadá, Japón, Brasil, Uruguay, Argentina, Paraguay, Chile, Perú, Colombia, Costa Rica, Panamá, República Dominicana, Guatemala, Madagascar, Kenia y Uganda.
La declaración destaca la necesidad del cabal cumplimiento del Acuerdo de la OMC sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (Acuerdo MSF) a fin de evitar restricciones injustificadas en el comercio internacional.
El Acuerdo MSF autoriza a los países a establecer sus propias normas en lo que respecta a niveles máximos autorizados de residuos de plaguicidas o limitación del uso autorizado de aditivos alimentario, entre otras cuestiones. Pero especifica que los reglamentos deben estar fundados en constataciones científicas.
Es decir: las naciones pueden aplicar medidas que ofrezcan un nivel de protección más elevado que el recomendado por organismos internacionales siempre y cuando tales medidas se basen en evidencia científica y no en medidas arbitrarias.
Casualmente, la Unión Europea no suscribió el Acuerdo MSF porque, en caso se hacerlo, no podrían, por ejemplo, justificar el bloqueo comercial que aplica al aceite de girasol argentino.
El ingreso de aceite de girasol argentino está restringido en la UE-28 porque las autoridades comunitarias establecen una tolerancia de 0,01 parte por millón –que en la práctica equivale a cero– del insecticida Diclorvós (DDVP) en el producto. El Diclorvós –un insecticida que es muy utilizado en la producción argentina de girasol al no disponer de otros más efectivos– no presenta riesgo para la salud humana dado que en el producto final (el aceite de girasol refinado) el mismo se volatiliza. Pero la medida de la UE-28 opera en los hechos como una barrera de ingreso del aceite de girasol argento.
Durante la firma del documento, el ministro de Agroindustria argentino, Luis Miguel Etchevehere, señaló que “adherimos a este tipo de declaraciones ya que destacan la importancia de medidas sanitarias destinadas a proteger la vida y la salud de las personas sobre base científica sólida y evitan el uso de restricciones para-arancelarias que distorsionan el comercio y penalizan injustificadamente a los productores responsables”. Y agregó: “Para nuestro país es fundamental respetar las normas internacionales”.
Por su parte, el jefe de Gabinete de Agroindustria, Santiago del Solar Dorrego, quien participó de la presentación pública de la declaración, resaltó que “vemos correcto que sea la ciencia la que tiene que arrojar claridad”, ya que “existe una tendencia creciente a establecer restricciones sanitarias y/o fitosanitarias que, por no tener el debido sustento científico, se transforman en barreras no arancelarias que impiden, dificultan y encarecen el comercio».
Foto. El ministro Etchevehere firma la declaración junto a Julia Doherty, directora Superior de Agricultura y Medidas Sanitarias y Fitosanitarias del Departamento de Comercio de EE.UU.