La crisis lechera también la padecen los consumidores: la canasta láctea terminó el 2017 con una inflación de 26,4%
Se trata de una cifra casi cinco puntos superior al promedio de los alimentos relevados por el Indec.
En 2017 el precio de los lácteos subió casi cinco puntos por encima del aumento promedio de los alimentos debido a la restricción de oferta de leche generada por desastres climáticos y ausencia de incentivos económicos para invertir o directamente permanecer en la actividad.
En el último año, según los últimos datos publicados por el Indec, la canasta de productos lácteos básicos en la ciudad de Buenos Aires registró un aumento promedio de precios de 26,4% versus 21,6% el promedio de alimentos y bebidas no alcohólicas.
El ranking de subas de precios lácteos en 2017 fue encabezado por el yogur firme (+55.3%), la manteca (32.9%), el dulce de leche (+29.9%), el pategras (+27.9%), el queso sardo (+26.5%) y la leche fresca en sachet (+26.3%), mientras que en los siguientes puestos se ubicaron la leche en polvo entera (+23,5%) y el queso cremoso (+20.7%).
Entre el último trimestre de 2016 y el primero de 2017 se registró una caída abrupta de la producción argentina de leche a causa de desastres climáticos (excesos hídricos) combinado con cierre de tambos y limpiezas de rodeos lecheros. Eso obligó a las industrias lácteas a competir por la escasa materia prima disponible, lo que derivó en un aumento de los precios de la leche que se terminó trasladando a los precios mayoristas.
En ese período la industria láctea, en promedio, operó a pérdida al abonar precios de leche superiores a los de su capacidad de pago, según cálculos realizados por el Instituto Argentino de Profesores Universitarios de Costos (Iapuco) en conjunto con el INTA. Sin embargo, a partir de abril de 2017 los márgenes de las grandes industrias se recuperaron porque el traslado de aumentos a los consumidores comenzó a ser superior al incremento de los valores recibidos por los tamberos.
La Subsecretaría de Lechería de la Nación –en un nuevo ciclo de oscurantismo estadístico– no difunde desde el año pasado datos de producción de leche. Sólo informa gráficos indicativos con variaciones porcentuales (los cuales muestran una nueva caída de la oferta a partir de noviembre pasado).
En 2017 la canasta farinácea se incrementó en un 18,7% (integrada por pan francés, pan lactal, harina, fideos secos, galletitas dulces y de agua), mientras que la canasta cárnica bovina ajustó un 16,7% (asado, carne picada, paleta, cuadril y nalga) y la avícola apenas un 7,1% (pollo entero y huevos).