En 2017 el déficit de la balanza cambiaria turÃstica consumió una cantidad de divisas equivalente al 42% de lo generado por la agroindustria
Crecen las señales de alerta de la macroeconomÃa argentina.
La balanza cambiaria del sector turÃstico argentino registró en 2017 una cifra equivalente al 42% del ingreso neto de divisas generado por la industria exportadora de cereales, oleaginosos, harinas vegetales, aceites y biodiesel. En 2016 y 2015 esa proporción habÃa sido de 32% y 37% respectivamente.
En 2017 se registraron salidas de divisas por 10.577 y 2086 millones de dólares en concepto de los rubros “viajes y otros gastos con tarjeta†y “transporte de pasajeros†respectivamente, mientras que el ingreso de divisas por esos mismos Ãtems fue de apenas 1955 y 46 M/u$s, según datos oficiales del Mercado Único y Libre de Cambios publicados por el Banco Central (BCRA).
Es decir: el año pasado la balanza cambiaria del sector turÃstico registró un déficit récord de 10.662 M/u$s, una cifra 25% y 27% superior al déficit de 2016 y 2015 respectivamente (8538 y 8404 M/u$s).
La balanza cambiaria del sector exportador comprendido en el rubro “oleaginosos y cereales†–principal fuente de divisas genuinas de la economÃa argentina– fue en 2017 de 25.314 millones de dólares versus 26.366 y 22.259 M/u$s en 2016 y 2015 respectivamente.
La progresiva apreciación del peso argentino –además de licuar los ingresos de las industrias exportadoras que generan divisas genuinas– produce una suerte de subsidio turÃstico al “abaratar†el valor de las divisas, además de desincentivar el ingreso de turistas extranjeros al convertir al paÃs en un destino “caro†con relación a otras naciones.
La principal causa detrás de la progresiva apreciación del tipo de cambio es el crecimiento excesivo del gasto público por parte del Estado (tanto nacional como provincial y municipal). Los intentos de solucionar ese problema por medio de devaluaciones esporádicas –como la instrumentada fines del año pasado– tienen poca vida dado que la inflación termina licuando el ajuste cambiario.
El turismo receptivo es un factor clave para desarrollar la cadena de valor de la agroindustria argentina porque los visitantes extranjeros, además de aportar divisas, luego se convierten en embajadores de productos argentinos (como las empanadas de carne, el vino Malbec o el dulce de leche). Pero es casi imposible desarrollar esa actividad con un tipo de cambio real sobreapreciado.
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