No hay mal que por bien no venga: otra manera de analizar la situación del maÃz temprano
Los desastres climáticos tienen revancha si se los sabe aprovechar.
El año pasado las inundaciones complicaron la situación y perjudicaron a muchas empresas de la zona pampeana argentina. Pero ese problema, en algunas situaciones, permitió que este año tuvieran revancha.
En la zona oeste bonaerense, por ejemplo, podemos ver maÃces tempranos que se encaminan a un rinde de 95 qq/ha a pesar de haber recibido menos 200 milÃmetros de precipitaciones en lo que va del ciclo productivo, pero que, gracias al aporte del perfil + napa, tuvieron una oferta de agua que va a permitir alcanzar esos rindes esperados.
Sin los excesos hÃdricos registrados el año pasado, gracias a los cuales el nivel de la napa quedó a una distancia óptima para ser aprovechada por los cultivos, la situación de los maÃces tempranos hubiese sido tan generalizadamente desastrosa como la ocurrida en la seca de 2008/09. Los maÃces tardÃos, al correr de atrás a la napa, están en otra carrera mucho más difÃcil.
No en todas las zonas la napa pudo aportar el agua que no llegó vÃa lluvias. En tales casos, no son pocos los empresarios que ya han picado lotes de maÃz temprano, lo están haciendo en estos dÃas o lo harán muy pronto. Esa alternativa, que venÃa siendo implementada en las zonas extrapampeanas en los últimos años, es ahora una realidad en muchas regiones pampeanas.
La producción de carne vacuna registrará seguramente –gracias al aporte del maÃz picado– un marcado impulso, ya sea en empresas mixtas o en aquellas agrÃcolas que busquen diversificarse implementando feedlots, corrales de engorde “caseros†o bien producir carne en esquemas asociativos con empresas ganaderas.
Las empresas agropecuarias no pueden, ciertamente, gestionar la creciente variabilidad climática. Pero sà pueden adaptar con rapidez suficiente la matriz productiva para ajustarla a la coyuntura presente. En eso estamos.
Guillermo Alonso. Asesor técnico de Los Grobo