La súper alza de tasas instrumentada por el Banco Central “sólo puede estabilizar momentáneamente al paciente, pero no lo cura”
Según un informe publicado por la consultora Economía & Regiones.
El endurecimiento de la política monetaria argentina –instrumentado la semana pasada por el Banco Central (BCRA) al llevar la tasa de política monetaria a un 40% anual– “sólo puede estabilizar momentáneamente al paciente, pero no lo cura”.
Así lo indicó un informe de la consultora Economía & Regiones, el cual además señalo que el anuncio de recortar en 2018 una suma de 3200 millones de dólares de gasto público –aparentemente dando de baja programas de infraestructura– “va en el sentido correcto, pero luce insuficiente”.
Eso porque, según la consultora dirigida por Diego Giacomini, el encarecimiento del crédito en el mercado global seguirá incrementándose en 2019 y 2020 en línea con la suba esperada de las tasas de interés de referencia de la Reserva Federal de EE.UU.
“El ajuste anunciado de la meta fiscal, que sólo baja el déficit primario para 2018 desde -3,2% a -2,7% del PBI, está pensado como si el endurecimiento del crédito terminara acá, cuando en realidad se descuenta que el costo del capital seguirá aumentando en 2018/2020”, indica el documento.
“Argentina no sólo enfrenta un problema de aumento de tasa libre de riesgo a futuro, sino que experimenta un problema de aumento de riesgo país tanto en términos absolutos como relativos, lo cual encarece la sobretasa del costo de financiamiento. En este sentido el riesgo país de Argentina se diferencia negativamente en la región y aumenta en más de 100 puntos básicos en el último medio año pasando de 370 a 470 puntos básicos, lo cual pone en evidencia que el encarecimiento del costo financiero total no sólo responde al cambio de contexto mundial, sino a nuestro diseño de política fiscal”, añadió.
“De acuerdo con nuestro análisis, se necesita un mayor ajuste no sólo para la meta fiscal 2018, sino para las metas fiscales de todos los subsiguientes años”, aseguró el informe de Economía & Regiones, al argumentar que “bajar el déficit fiscal primario más rápidamente contribuiría a que el déficit fiscal financiero –con intereses– fuera más bajo y, por ende, se necesitaría menos financiamiento. Paralelamente, menor déficit fiscal impactaría positivamente sobre el riesgo país, compensando la suba de la tasa libre de riesgo de manera que el costo financiero total no aumente”.
La consultora además dijo que “una reestructuración del organigrama del Poder Ejecutivo y un cambio de nombres que permitan una mejora en la toma de decisiones y el diseño de las políticas públicas”.
“En este marco, juzgamos positivo que el Poder Ejecutivo anuncie un cambio en el organigrama del Gabinete, reunificando todas las carteras económicas bajo un solo Ministerio de Economía y disminuyendo significativamente la cantidad de ministerios. En este sentido, hay que recordar que el actual gobierno de Cambiemos aumentó la cantidad de secretarías y subsecretarías en aproximadamente un 25% en estos dos años de gobierno. Actualmente hay 23 dependencias con rango ministerial, mientras que CFK terminó con 17, la Alianza con 11 y Menem con 8”, concluyó.