La cordillera está cada vez más alta: en lo que va del año las exportaciones chilenas destinadas a China superan en ocho veces las concretadas por Argentina
Diferencias entre una economÃa abierta versus otra cerrada al mundo.
En el primer trimestre de 2018 las exportaciones chilenas destinadas a China fueron más de ocho veces superiores a las realizadas por la Argentina gracias al hecho de contar con un acceso de mercado preferencial en el marco de un Tratado de Libre Comercio (TLC).
En enero-marzo de este año las ventas externas chilenas a China sumaron 5871 millones de dólares FOB (M/u$s), de los casi el 70% correspondieron a productos mineros, según datos oficiales (Direcon).
El segundo rubro en importancia, detrás de los minerales (fundamentalmente cobre), son las frutas con envÃos en el perÃodo por 902 M/u$s, una cifra 109% superior a la registrada en el primer trimestre de 2017.
En los siguientes lugares del ranking exportador chileno a China se ubican celulosa con 424 M/u$s (+44%), alimentos procesados con 89 M/u$s (+17%), vino embotellado con 58 M/u$s (+58%) y salmón con 57 M/u$s (+51%), entre otros.
Como en el perÃodo Chile concretó importaciones chinas por 4117 M/u$s, logró un saldo comercial favorable de 1754 M/u$s, el cual se compone, en el caso vehÃculos, artÃculos digitales, electrodomésticos e indumentaria de bienes finales a precios muy accesibles para la población chilena.
En lo que respecta a la Argentina, en el primer trimestre de este año logró exportar a China apenas 721 M/u$s con importaciones por 3336 M/u$s, lo que arrojó un déficit comercial enormes de 2615 M/u$s, según datos del Indec.
Argentina, a diferencia de Chile, no dispone de un TLC con China, de manera tal que el ingreso de productos locales a ese destino enfrentan una serie de restricciones y aranceles que dificultan su acceso (sumado a una excesiva presión fiscal en el mercado interno y movimientos bruscos de las variables macroeconómicas promovidas por el gasto público sobredimensionado).
Además de colocar una cantidad limitada de productos en el mercado chino –fundamentalmente poroto de soja, carne bovina congelada, petróleo y mariscos– las importaciones chinas hacia la Argentina están conformadas no por bienes finales, sino, en buena medida, por piezas y partes de productos que, luego de ser ensamblados en territorio local, son ofrecidos a consumidores locales a precios cada vez menos accesibles.