Esperar fue un pésimo negocio: se cayeron los precios de exportación del garbanzo argentino luego de un buen comienzo de campaña
Perforaron en junio por 750 u$s/tonelada promedio.
Los precios de exportación del garbanzo Kabuli –la variedad de la legumbre producida en la Argentina– vienen cayendo en picada luego de haber arrancado la campaña comercial 2017/18 con valores elevados a causa de un golpe climático que liquidó buena parte de la cosecha.
Las ventas externas de garbanzo entero a granel –según los últimos datos informados por el Indec– fueron en junio pasado de 8811 toneladas a un FOB promedio de 745 u$s/tonelada, mientras que en el mismo mes de 2017 se habÃan colocado 5181 toneladas a un valor medio de 981 u$s/tonelada. En enero de este año las ventas se habÃa ubicado en 31.893 toneladas a un FOB promedio de 1074 u$s/tonelada (ver gráfico).
Los productores que se sentaron arriba de su cosecha a la espera de una mejora en los precios resultaron perjudicados porque India –principal consumidor mundial de la legumbre– aplicó restricciones arancelarias para evitar el ingreso de mercaderÃa importada (de hecho en el primer semestre de este año Argentina apenas colocó 191 toneladas de garbanzo en ese mercado versus 5388 toneladas en el mismo perÃodo de 2017).
En los primeros seis meses de este año las ventas externas de garbanzo a granel sumaron 100.668 tonelada por un valor total de 94,9 millones de dólares, mientras que en el primer semestre de 2017 habÃan sido de 166.645 toneladas por 177,3 M/u$s.
En enero-junio de este año el principal cliente argentino fue EE.UU. con importaciones por 20.772 toneladas de garbanzo a granel (nación que, si bien es un importante productor de la legumbre, tiene un consumo creciente de la misma a partir de las ventas de hummus industrializado).
Agricultores Federados Argentinos (FAA) ofrece actualmente 300, 400 y 520 u$s/tonelada por partidas de garbanzo de calibres 7, 8 y 9 respectivamente (con entrega en la planta de Rueda, Santa Fe).
La zona Córdoba Norte, una de las principales regiones argentinas productoras de garbanzo, se vio afectada el año pasado por dos heladas intensas (la más severa fue la del 18 de julio con -9ºC durante unas ocho horas). Eso provocó que en la provincia se perdieran casi 20.000 hectáreas para terminar con una cosecha 2017/18 de apenas 64.000 toneladas (-54% respecto de 2016/17).
Este año la Bolsa de Cereales de Córdoba estimó que el área de siembra provincial de garbanzo se encuentra en 49.700 hectáreas, un cifra 23% menor a la del año pasado, debido a “la falta de agua en los perfiles, por las pocas precipitaciones durante el otoño, y al miedo de posibles episodios de heladas como los ocurridos durante junio y julio de 2017â€.
“En el plano económico los precios de exportación se encuentran en una senda descendente, debido a la producción récord de legumbres en la India, sumado a la imposición de aranceles por parte de este paÃs. Los factores mencionados actuaron como un disuasivo en la decisión de siembra, ante un cultivo de elevados requerimientos financierosâ€, añadió la Bolsa de Cereales de Córdoba en un informe reciente sobre el cultivo.
La ventana comercial óptima del garbanzo argentino se inicia en noviembre, cuando termina de ingresar la cosecha mexicana, y finaliza en febrero-marzo con el ingreso de la cosecha india.
Los principales exportadores mundiales de la variedad Kabuli de garbanzo –la que produce Argentina– son Australia, México y Canadá. La mayor parte de la producción mundial de garbanzo corresponde a la variedad Desi (que se produce fundamentalmente en India, Bangladesh y Pakistán).