LecherÃa y vitivinicultura: los dos sectores agropecuarios que terminan el año 2018 en terapia intensiva
Según el semáforo de competitividad elaborado por Coninagro.
La vitivinicultura acumula diez meses consecutivos en crisis debido a la sobreoferta de vinos y mostos que promueven precios internos planchados y dificultades graves para financiar la próxima campaña.
La lecherÃa argentina, por su parte, acumula siete meses consecutivos de crisis por faltan de rentabilidad en la mayorÃa de los eslabones de la cadena, cierre de tambos y contracción de las inversiones
Ambos sectores, según el semáforo de competitividad agroindustrial elaborado por la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), son los más comprometidos en el presente año.
“Fundamentalmente la crisis se debe mayoritariamente a una situación de quebranto, desfinanciación y alta presión impositiva. Todo esto repercute en el bolsillo del productorâ€, aseguró el presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto, por medio de un comunicado.
“Nuestras economÃas, de a poco, provocan que el productor o bien deje de producir, que algunos abandone la actividad o que se convierta en ineficiente porque no alcanza a innovar en tecnologÃaâ€, añadió.
El resto de las actividades en situación “de rojo†son arroz, avicultura, cÃtricos, foresto-industrial, fruticultura patagónica (peras y manzanas), papa, ovinos, porcinos y tabaco. El factor común de los problemas, en todos los casos, es un consumo interno estancado, falta de competitividad exportadora y costos crecientes por efecto de la inflación (impuesto indirecto cobrado por una inadecuada gestión del gasto público).
“Nosotros pregonamos por una mayor cantidad de siembra, una cantidad mayor de hectáreas plantadas y también una mayor cantidad de productores. Y no es lo que el semáforo de competitividad hoy indica. A este paso vamos a mayor concentración o a la desaparición de algunas produccionesâ€, advirtió Iannizzotto.
Las producciones categorizadas en estado “amarillo†–con problemas pero no en estado crÃtico–son yerba mate, hortalizas, manà y bovinos, mientras que las que están en “verdeâ€Â son algodón, agricultura extensiva, mandioca y miel, las cuales son las que mejor se pueden defender en la actual coyuntura porque, si bien experimentan dificultades financieras y una elevada presión tributaria, producen bienes dolarizados con demanda constantes en el mercado externo.