La exportación de carne porcina será el negocio el año: cuáles son las naciones que podrán aprovechar la oportunidad
Argentina no participa.
La reducción sustancial de la producción de cerdos en China –producto de la difusión generalizada de la fiebre porcina africana– combinada con un crecimiento del consumo en Japón y México (los tres principales importadores del producto a nivel mundial) contribuirán este año a consolidar el negocio de la exportación de carne porcina.
Un informe publicado por Rabobank indicó que este año se espera una reducción de 25% a 35% de la producción de carne porcina en China debido al impacto de la fiebre porcina africana, una enfermedad hemorrágica altamente contagiosa con capacidad para liquidar hasta el 100% de los planteles de cerdos afectados en unos pocos días.
La cuestión es que ese hecho inesperado se presenta cuando en Japón, según proyecciones del USDA, este año se prevé una importación de carne porcina de 1,52 millones de toneladas peso carcasa (versus 1,48 millones en 2018) y en México de 1,23 millones de toneladas (1,18 millones).
Frente a la posibilidad de que China deba realizar importaciones masivas de carne porcina para asegurar el abastecimiento interno del producto básico, en estos días se está iniciando una suerte de carrera entre los principales exportadores mundiales para aprovechar esa oportunidad.
El líder mundial en el ranking de exportación de carne de cerdo es la Unión Europa con ventas por 2,93 millones de toneladas peso carcasa en 2018, seguido por EE.UU. (2,66 millones), Canadá (1,33 millones), Brasil (730.000 toneladas) y Chile (200.000 toneladas).
El año pasado China exportó –según estimaciones del USDA– unas 200.000 de toneladas peso carcasa de carne porcina a otras naciones asiáticas, aunque, debido a la gravedad del brote de fiebre porcina africana, la semana pasada anunció la suspensión de tales envíos hasta nuevo aviso.
Argentina, lamentablemente, no cuenta habilitación sanitaria por parte de las autoridades regulatorias chinas para poder ingresar carne porcina a ese mercado. Aunque el tema está en la agenda de negociaciones comerciales bilaterales.
La venta externa de carne porcina (también aviar) implica valorizar la producción interna de maíz y soja al transformar ambos granos en proteínas animales, de manera tal de promover la creación de empleo en el territorio local con un mayor volumen de generación de divisas por unidad de exportación.