Argentina consolida su posición como referente mundial en el diseño del marco regulatorio para productos obtenidos con edición génica
Se realizó la primera “mesa de competitividad†de empresas y centros de investigación dedicados al tema.
Argentina fue pionera en materia de regulación de organismos obtenidos por medio de edición génica. Y constituye un ejemplo para muchas naciones del mundo al respecto.
En 2015 la Comisión Nacional Asesora de BiotecnologÃa Agropecuaria (Conabia) emitió una resolución (173/15) que estableció un procedimiento orientado a determinar si un organismo obtenido a partir de técnicas de edición génica debe o no ser considerado un Organismo Genéticamente Modificado (OGM), el cual, según define el Protocolo de Cartagena (2000) es aquel “que posea una combinación nueva de material genético que se haya obtenido mediante la aplicación de la biotecnologÃa modernaâ€.
La edición génica –cuya metodologÃa más conocida es CRISPR-Cas9– permite modificar secuencias de nucleótidos en el ADN de una manera más precisa para desarrollar los mismos productos que se obtenÃan por mutagénesis convencional pero con la ventaja de que las mutaciones, en lugar de ser producidas al azar, son dirigidas en forma especÃfica.
Luego de la Argentina, otras naciones –como Chile, Brasil, Colombia, Israel y próximamente Paraguay– determinaron regulaciones similares para validar que algunos productos obtenidos por edición génica deben ser consideramos no-OGM al tratarse de eventos logrados por medio de una mutación del propio genoma del organismo (y no de la introducción de genes provenientes de otros organismos).
“El Departamento de Ciencia y TecnologÃa de Sudáfrica ha emitido un documento oficial en el cual recomienda implementar el modelo regulatoria argentinoâ€, explicó hoy MartÃn Lema, director de BiotecnologÃa de la SecretarÃa de Agroindustria de la Nación, durante una exposición realizada en la primera Mesa de Competitividad de Edición Génica realizada en la sede porteña del organismo. “Otros paÃses africanos, como es el caso de Kenia, nos han pedido que los asesoremos en la materiaâ€, añadió.
La edición génica permitirá “democratizar†el avance cientÃfico y tecnológico a nivel global, dado que los productos obtenidos, al no ser considerados OGM, no deben hacer frente a los onerosos procesos regulatorios necesarios para registrar un transgénico.
“Muchos desarrollares de innovaciones tecnológicas de otros paÃses nos han manifestado que les encantarÃa trabajar en sus propios paÃses con un marco normativo como el presente en la Argentinaâ€, aseguró Lema.
Desde 1996 a la fecha se presentaron ante la Conabia 54 solicitudes de OGM realizadas en su mayor parte por grandes corporaciones globales, mientras desde 2016 –cuando comenzó a regir el nuevo marco normativo– se presentaron 16 productos obtenidos por edición génica, la mayor parte de los cuales fue desarrollado por empresas medianas o centros de investigación públicos.
Uno de los 16 productos evaluados por la Conabia y categorizados como no-OGM por ese organismo argentino es la tilapia FLT01 desarrollada por la empresa estadounidense Aquabounty Technologies, la cual fue modificada para promover una mejor conversión de alimento en carne.
Los organismos regulatorios de EE.UU., Canadá y Australia, si bien cuentan con metodologÃas de evaluación diferentes a las aplicadas por la Conabia, también establecieron criterios para categorizar a los organismos editados como no-OGM.
Pero el año pasado el Tribunal de Justicia de la Unión Europea consideró que la edición génica debe quedar comprendida “en el ámbito de aplicación de la directiva sobre los OMG (2001/18/CE) y están sujetos a las obligaciones establecidas en éstaâ€.
“Más allá de lo decidido por el Tribunal de Justicia de la UE, las autoridades regulatorias de algunos paÃses europeos habilitaron la realización de ensayos en sus territorios con organismos editados al considerar que no son OGMâ€, explicó Lema.
La mayor incógnita al respecto es qué posición tendrá el gobierno chino dado que hasta el momento no se expidió oficialmente sobre esa materia.
“El cultivo que tiene en el mundo la mayor cantidad de desarrollos y papers (artÃculos cientÃficos) sobre cuestiones de edición génica es el arroz y la mayor parte de los mismos corresponden a China. Esto en algún momento deberÃa reflejarse en el ámbito regulatorioâ€, advirtió Gabriela Levitus, directora ejecutiva del Consejo Argentino para la Información y el Desarrollo de la BiotecnologÃa (Argenbio), durante una charla ofrecida en el evento.
En la Mesa de Edición Génica participaron los principales referentes cientÃficos y empresarios argentinos que están desarrollando innovaciones con esa tecnologÃa, entre los cuales se incluyen Sergio Feingold, responsable del Laboratorio de AgrobiotecnologÃa del Ãrea de Investigación en AgronomÃa del INTA de Balcarce, donde se empleó CRISPR/Cas9 para modificar el gen de polifenol oxidasa presente en la papa para morigerar el fenómeno del pardeamiento enzimático en ese tubérculo.
También estuvo presente Carlos Pérez, CEO de Bioheuris, empresa con sede en el edificio de Indear (Rosario) que está editando cultivares de sorgo y de soja (en este último caso para lograr materiales tolerantes a herbicidas no convencionales). Y Gabriel Vichera, director Kheiron, una empresa dedicada a editar embriones de caballos de carrera clonados. En el evento participaron el secretario de Agroindustria Luis Miguel Etchevehere, el Jefe de Gabinete de Agroindustria Santiago del Solar, el secretario de Alimentos y BioeconomÃa Andrés Murchison, el presidente del INTA Juan BalbÃn, el director del Inase Raimundo Lavignolle, representantes de las Universidades de Quilmes, Buenos Aires, La Plata y San MartÃn, funcionarios de las ConsejerÃas AgrÃcolas de EE.UU., España, Alemania, China, Brasil, Paraguay y Uruguay.