En el arranque del año creció la venta de sembradoras en lÃnea con la recuperación del poder de compra del agro
Datos oficiales del Indec.
La venta de sembradoras en el mercado argentino en el primer trimestre de 2019 fue de 223 unidades, una cifra 44% superior a la registrada en el mismo perÃodo del año pasado y la más elevada desde el año 2013.
La buena campaña triguera y de cebada –para aquellos que pudieron obtener calidad cervecera– contribuyó a mejorar el poder de compra de los empresarios agrÃcolas en el arranque del año.
El crecimiento de las ventas también se consolidó a partir de múltiples alternativas de financiamiento –muchas de ellas atadas a canjes por grano– ofrecidas por los propios fabricantes de sembradoras a costa de resignar márgenes de utilidad.

En lo que respecta a tractores, la venta en enero-marzo de este año –según datos publicados por el Indec– fue de 1183 unidades, una cifra inferior a los 1661 y 1664 equipos comercializados en el primer trimestre de 2018 y 2017 respectivamente.
De todas maneras, vale recordar que en el arranque de los años 2018 y 2017 se registró, junto con un cambio de expectativas, un retraso cambiario significativo que sobre-estimulaba la compra de bienes y servicios dolarizados (fenómeno que se morigeró luego de la devaluación o corrección cambiaria instrumentada a partir del segundo semestre del año pasado).
De hecho, mientras que en el primer trimestre de 2014 y 2015 el retraso cambiario también estaba presente, la venta de tractores fue mucho menor a la registrada en lo que va de 2019 debido al menor poder de compra relativo de los productores (por derechos de exportación + ROE) y ausencia de expectativas favorables (última fase del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner).

Con la venta de cosechadoras se registró en los primeros meses de este año un fenómeno similar: las ventas se acomodaron en lÃnea con la corrección cambiaria pero siguen siendo superiores a las registradas en el primer trimestre de 2014 y 2015.

En la primera década del presente ciclo la combinación de elevados precios de los granos (a pesar del recorte de valor generado por las retenciones) junto con un tipo de cambio real depreciado y precios intervenidos de los combustibles dotaron al sector agropecuario de un mayor poder de compra para acceder a maquinarÃa agrÃcola.