El mundo cambió: la Bolsa de Cereales de Buenos Aires cuenta con cuatro científicos de datos en formación para poder procesar un volumen descomunal de registros
Se trata de millennials con formación económica y agronómica.
El equipo técnico de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires cuenta con cuatro millennials que están realizando especializaciones en gestión de grandes datos (Big Data) para poder sacar provecho de la enorme cantidad de registros agronómicos, climáticos y comerciales que vienen recolectando en las últimas décadas.
Se trata de los economistas Juan Pablo Gianatiempo, Santiago Rossi (ambos del Instituto de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales) y Sofía Pierini (Instituto para las Negociaciones Agrícolas Internacionales), además del agrónomo Martín López (Estimaciones Agrícolas).
“La Bolsa de Cereales tiene una base de datos enorme de series temporales de datos agronómicos georreferenciados, los cuales, al ser correlacionados con series temporales de otras variables de interés, permiten encontrar patrones a partir de los cuales entrenar algoritmos; se trata de un activo estratégico”, comenta Santiago.
Por ejemplo: recientemente realizaron análisis estadísticos de grandes datos de manejo agronómico –como dosis de fertilización o densidad de siembra– para diseñar un algoritmo orientado a clasificar el nivel tecnológico de los planteos relevados en el cultivo de trigo. “El algoritmo por sí solo va definiendo qué es tecnología baja, media y alta a partir de las correlaciones detectadas, las cuales luego deben ser validadas por un experto en la materia”, explica Juan Pablo.
La gestión de grandes datos –que abarca muchísimas áreas académicas, comerciales e institucionales– es una disciplina incipiente. Pero a medida que se va consolidando permite automatizar y agilizar procesos de generación y análisis de información, además de brindar la posibilidad de descubrir correlaciones no detectadas por métodos de investigación tradicionales.
Los programas empleados para realizar gestión de grandes datos, como R (www.r-project.org), provienen de entornos abiertos colaborativos que funcionan a partir de aportes y validaciones de especialistas de la mayor parte de los países del mundo.
“La expansión del conocimiento en gestión de datos es tan sólida y rápida en los últimos años gracias a la cultura colaboracionista de los entornos open source (gratuitos); se trata de un proceso de mejora permanente que se actualiza de manera constante”, señala Sofía.
Las diferentes bases de datos generadas para elaborar el informe semanal de estimaciones agrícolas o los estudios sobre prospectiva tecnológica –entre otras áreas– inicialmente estaban compartimentadas en las distintas unidades de la Bolsa de Cereales.

De izquierda a derecha: Sofía Pierini, Juan Pablo Gianatiempo y Santiago Rossi. Sofía y Santiago realizan una maestría en Explotación de Datos en la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, mientras que Juan Pablo está llevando a cabo una especialización en Ciencias de Datos del ITBA. Martín López –el cuarto profesional en formación– se encontraba realizando una gira agrícola al momento de realización de la entrevista.
“Pero en un momento decidimos que todos los integrantes de los diferentes equipos de la Bolsa de Cereales tengan acceso a todas las bases de datos, de manera tal de promover la posibilidad de encontrar nuevas correlaciones entre distintas variables que permitan mejorar los procesos de generación de información”, afirma Agustín Tejeda, gerente Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales.
Además de consolidar su propia de base de datos e integrarlas con otras externas –como es el caso de un convenio con la Universidad de Maryland, EE.UU., para proveerse de imágenes satelitales– la Bolsa de Cereales de Buenos Aires está en proceso de rediseñar su sitio web para brindar una plataforma abierta de registros propios.
“Vamos a poner a disposición de toda la comunidad los datos primarios propios, algo que, además de transparentar lo que hacemos, va a permitir que investigadores y emprendedores de otras disciplinas puedan realizar con nuestros datos desarrollos que no están a nuestro alcance ya sea por sesgo como por limitación de recursos”, apunta Ramiro Costa, economista jefe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
“Este es un proceso que no tiene vuelta atrás y que va a ir generando saltos exponenciales en la velocidad y precisión de la generación de información de interés para el sector agroindustrial”, concluye Ramiro.