¿Qué se está haciendo para “aplanar†la curva de Pymes quebradas?
Una crisis sanitaria pero también social.
Normalmente las Pymes, sea cual fuere su actividad, pagan sus sueldos y cargas sociales con el producido de las ventas. Actualmente, debido a las medidas adoptadas para frenar el contagio del Covid-19, las ventas son cero para muchas de ellas.
La “soluciónâ€, dentro del paquete de asistencia financiera lanzado por el gobierno nacional, serÃa pagar esos conceptos con deuda bancaria tomada al 24% de interés anual.
De esta «interesante operación», en términos contables surge un aumento de gastos de sueldos y cargas sociales, aumento de los gastos financieros y aumento de pasivo; ergo menos patrimonio de la Pyme.
Está claro que una tasa del 24% para una inflación que se estima mayor, representa una tasa negativa en términos reales que genera una ganancia neta para quien sea el deudor (lo que podrÃa desalentar la toma del crédito en términos impositivos).
Pero, me pregunto, un empresario Pyme ¿está interesado en obtener ese tipo de ganancia? ¿Una Pyme que representa una unidad productiva pretende ganar por obtener préstamos a tasa negativa o por su operatoria normal? Como las respuestas a ambas preguntas son obvias, en la actual coyuntura otra opción serÃa otorgar con carácter único y excepcional préstamos a tasa cero con las correspondientes exenciones para que las Pymes puedan hacer frente a gastos corrientes, reactivando asà la economÃa de la mano de una mayor producción y empleo formal.
En estas horas los responsables del equipo económico del presidente Alberto Fernández están diseñando un mecanismo para que las Pymes puedan hacer frente al pago de salarios, el cual, para ser efectivo, deberÃa ser de fácil implementación sin trabas burocráticas que reduzcan a un mÃnimo la cantidad de beneficiarios.
Si el gobierno nacional hoy no subsidia excepcionalmente a las empresas, mañana estará obligado a terminar subsidiando de manera crónica a los trabajadores que ellas necesariamente van a terminar despidiendo. Y no por “miserables†o por desamparar a sus empleados, sino por una imposibilidad real generada por una situación extraordinaria, es decir, algo que está fuera del alcance de la capacidad de gestión de un empresario.
Debemos preguntarnos qué es preferible ¿Subsidiar a las empresas durante un perÃodo puntual para que sus trabajadores produzcan y permitan que el PBI no caiga (o al menos no caiga tanto) o bien subsidiar luego a los desocupados sin contraprestación alguna por parte de éstos y durante un perÃodo que puede llegar a extenderse por demás en el tiempo si no logran reinsertarse en el mercado laboral?
Es importante tener en cuenta que la emergencia que estamos atravesando no es sólo sanitaria, sino también social y económica, lo que implica que los esfuerzos por “aplanar†la curva de infectados con Covid-19 deben ser tan intensos como los llevados a cabo para morigerar la curva de Pymes quebradas por falta de ingresos.
Virginia Buyatti Giovanovich. C.P.N. Empresaria ganadera del norte de Santa Fe