Por la bajante histórica del rÃo Paraná se calculan pérdidas superiores a 240 millones de dólares para la agroindustria argentina
Según estimaciones de la BCR.
Los problemas logÃsticos, de transporte y de industrialización generados por la bajante del RÃo Paraná provocarán una pérdida económica superior a los 240 millones de dólares en el primer cuatrimestre de 2020, según un cálculo realizado por el equipo técnicos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Aquellas empresas que antes cargaban, por ejemplo, un buque Panamax con 45.000 toneladas de maÃz y completaban carga en BahÃa Blanca/Necochea hasta las 60.000-65.000 toneladas, se ven obligadas a salir del Gran Rosario con menos mercaderÃa por la falta de profundidad.
“Eso las obliga a cargar más maÃz en los puertos del sur bonaerense, lo cual plantea problemas en la logÃstica porque hay menor disponibilidad de cereal en el sur bonaerense y los costos de adquisición son más elevados. En muchos casos debe retribuirse adicionalmente a los productores por el mayor costo de flete que existe para trasladar granos que están más alejados de los puertos bonaerensesâ€, señala el informe de la BCR.
En un Handysize o Handymax cada pie de calado que baja el rÃo Paraná representa una pérdida de dicha capacidad de carga de entre 1500 y 1800 toneladas. Al ser de menor tamaño, estos buques no realizarán completamiento en BahÃa Blanca o Quequén.
“En la actualidad se observa un castigo del orden de 60 u$S/tonelada en el precio FOB del aceite de soja argentino que se traduce en una presión a la baja respecto a otros orÃgenes, como el brasileñoâ€, afirma el informe.
Entre los factores que explican ese castigo se incluyen la mayor probabilidad de varaduras en el Paraná y el hecho de que cada buque tanquero que carga aceite de soja en los puertos del Gran Rosario está resignando una capacidad de carga de unos 6000 toneladas por unidad. Además, actualmente hay poca disponibilidad de buques tanqueros y el valor del flete viene subiendo debido a que se están utilizando los buques como almacenaje de petróleo crudo.

Por la bajante del Paraná además se registran importantes demoras –de 10 a 15 dÃas– en la llegada al complejo agroindustrial del Gran Rosario de barcazas con soja provenientes de Paraguay. “La no recepción a tiempo de las barcazas genera retrasos en la industrialización del poroto en el Gran Rosario e incumplimientos en el programa de embarques y contratos de compra con el exteriorâ€, apunta el informe.
La bajante obliga a mayor prudencia de los pilotos y prácticos en las maniobras con los buques, en particular en los canales de acceso y pasos crÃticos, ya que existe una posibilidad creciente que se registren varaduras en el rÃo, lo cual puede afectar la óptima navegación en el sistema. “Este costo no debe menospreciarse, ya que por cada dÃa de demora de un buque para cargar y despachar al exterior el costo adicional asciende a 45.000 dólaresâ€, advierte el documento.
Semana a semana, la bajante del Paraná continúa agravándose por el déficit de lluvias hacia el norte de Argentina y en Brasil y, para peor, se espera que la situación empeore en el corto plazo.
En la última semana, la altura del rio medida por el hidrómetro ubicado en Rosario tuvo un fuerte descenso de 0.34 metro para ubicarse al miércoles 22 a las 00.00 horas en los 0.4 metro, el guarismo más bajo desde 1971 y sin antecedentes para el mes de abril desde que comienzan los registros en 1884. “Este nivel resulta, además, muy inferior al mÃnimo de 2,47 metros que tiene que registrarse a la altura de Rosario para que HidrovÃa S.A. tenga la obligación de garantizar los 34 pies de caladoâ€, recuerda el informe de la BCR.
Desde la última semana de febrero, que marcó un promedio de 2,65 metros, los promedios semanales de la altura del Paraná vienen cayendo sin interrupción. El Instituto Nacional del Agua espera que el rÃo continúe bajando, oscilando alrededor de los 0.3 metro en la semana próxima.
En la zona de influencia del Ãrea Metropolitana Gran Rosario, detallada como los 70 kilómetros de costa sobre el RÃo Paraná que van desde la localidad de Timbúes hasta Arroyo Seco, se encuentran localizadas 29 terminales portuarias que operan distintos tipos de cargas. De éstas, 19 despachan granos, aceites y subproductos y 12 tienen además plantas de molienda de oleaginosas anexados a sus terminales portuarias. El complejo cuenta también con dos centrales termoeléctricas (San MartÃn y Vuelta de Obligado) localizadas en Timbúes, dos terminales que operan fertilizantes (Profertil y TFA), una terminal que despacha concentrados de cobre y oro (Minera Alumbrera), cinco terminales portuarias que operan petróleo y sus derivados (Petrobras, YPF, Esso, Oil Combustibles y en Arroyo Seco, Shell), y una terminal multipropósito, Terminal Puerto Rosario (TPR), que opera contenedores, cargas generales y aceites.