No todo es lo que parece: la desactivación temporal del derecho de exportación de los cueros beneficiará a las curtiembres
No así a los frigoríficos.
Esta semana el presidente Alberto Fernández ordenó suspender la aplicación de derechos de exportación sobre las ventas externas de cueros bovinos y ovinos por un plazo de 60 días.
Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), indicó que el plazo de dos meses es insuficiente porque “se demora mucho en encontrar un cliente como para que un frigorífico pueda organizar una exportación de cuero salado en ese término”.
“Eso hace presuponer, con muchos grados de verosimilitud, que en realidad están facultando a alguna curtiembre que ha comprado a la industria frigorífica cuero salado a muy bajo precio para que los exporte y luego volver a cerrar las exportaciones por medio de la suba de aranceles”, advirtió.

Tanto en la Argentina como en Uruguay el precio del cuero salado a retirar de frigorífico se ha ido derrumbando en los últimos año hasta registrar un valor prácticamente nulo en la actualidad.
“Desde el pandemia (marzo de 2020) la mayor parte de los cueros de vacas y toros no se pagan, mientras que algunas curtiembres pagan moneditas por los cueros de vaquillonas y novillitos”, señaló Schiariti.
Si bien las exportaciones vienen cayendo, debido al uso sostenido de cueros sintéticos y la desaceleración de la demanda provocada por la pandemia del Covid-19, lo cierto es que los valores de exportación del cuero wet blue se mantienen estables. La mayor parte de los destinos de exportación son China, Vietnam y Europa.

En el primer cuatrimestre de 2020, según los últimos datos publicados por el Indec, las exportaciones argentinas totales de cueros curtidos fueron de 19.806 toneladas por 20,1 millones de dólares versus 24.634 toneladas por 26,1 M/u$s en el mismo período de 2019.